Capítulo XIII: Violeta

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~.~.~Tres semanas antes~.~.~


-Nelson Quintero, de Pensamiento crítico. Antes que nada, le extiendo a usted y a los miembros de su partido nuestro sincero pésame por el fallecimiento de don Olegario Cervantes. Mi pregunta es la siguiente: ¿Qué les diría a las personas que dudan de su capacidad para llevar la presidencia de la tolda? Gracias.

El periodista se sentó y entregó el micrófono al moderador. Una decena de flashes se reflejó en la invariable expresión de Cuauhtémoc López, tal vez algunos anticipando una alteración por el cuestionamiento reciente.

-Muchas gracias, Quintero -el aludido asintió-. Creo que ante la duda, algo completamente entendible y racional, valdría la pena hacer un repaso de la trayectoria no solo de Olegario sino también del Frente Unidos. Los aciertos logrados desde esta instancia han sido gracias al esfuerzo mancomunado de profesionales capaces y comprometidos. Si en vida Olegario me consideró apto para llevar adelante esta responsabilidad, entonces el tiempo le dará o no la razón. Por mi parte sé lo que quiero y puedo ofrecer al partido en este nuevo capítulo de su accionar político, y espero que en el transcurso aquellos que estén reacios o incrédulos logren aterrizar en una opinión concreta.

Cuauhtémoc apagó su micrófono. Un silencio se asentó en la estancia.

-Damos por concluida esta rueda de prensa. Muchas gracias a todos por asistir -tras lo dicho por el moderador, los asistentes, Temo y compañía se levantaron.

Había sido una ronda de preguntas menos agrias de lo que Temo previó. Lo peor vino del vocero del medio local más conservador, desde donde aún ponían en entredicho que un homosexual rico de cuna -de cuna nada, pero la tergiversación seguía campante pese a los derechos de réplica-, tuviese los cojones para presidir al segundo partido con más adeptos en la región. Se deshizo de ella como lo hacía con la mayoría de los ataques que recibía; con hechos, números, resultados, convenios, estadísticas. No era por presumir, pero no por nada los gobernadores y alcaldes pertenecientes a su partido gozaban de los índices más altos de aceptación y bienestar social, donde la producción local ascendía galopante y el turismo se había duplicado.

Ese tipo de escenario era 50 % ciudadanía y 50 % gobernabilidad, un equilibrio perfecto para garantizar el éxito de la agenda.

Intercambió palabras con algunos colegas, periodistas independientes y directores de asociaciones civiles, y una hora después llegó a la sede del Frente Unidos.

La placa con su nombre ahora relucía en la puerta de quien ya no estaba ni estaría nunca más del otro lado con una sonrisa cómplice y consejos invaluables.

~.~.~

-La muerte de Olegario nos ha dado un repunte orgánico en las encuestas. Quienes no sabían de nosotros, ahora son conscientes de nuestra trayectoria.

-Los detractores no han perdido el tiempo para subestimarnos. Lo positivo es que algunos simpatizantes se han tomado la molestia de difundir nuestros trabajos y logros.

-Las muertes siempre dan mucho de qué hablar.

Varios de los presentes secundaron el último comentario. Cuauhtémoc estaba de acuerdo, pero prefirió guardarse su parecer. La junta de protocolo ya había tocado los temas importantes y a él le encantaría que todos se fuesen a sus propios asuntos.

Sin mentiras ~ AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora