El concierto que cambió mi vida [Harry Styles y tú]

22- Reuniones inesperadas

No, Gemma no venía sola. Estaba temblando. Gemma entró al salón, donde yo esperaba muerta de nervios, sonriendo sin ni siquiera esperar que Harry la acompañara. Pero, como os decía, Gemma no había venido sola y él estaba charlando con más gente en la puerta. No podía diferenciar sus voces de lo nerviosa que estaba mientras su hermana se dirigía a mí con esa enorme sonrisa.

Era aún mucho más guapa en persona. Mucho más de lo que había imaginado y ver su hoyuelo me hizo sonreír al ver el gran parecido que tenía con su hermano.

        - Por fin te conozco. He oído hablar mucho de tí -dijo Gemma, acercándose a mí y dándome un beso y un pequeño abrazo

Y, os confesaré, que me sorprendió su cercanía y su cariño tan solo habiéndome visto en ese momento. Yo la sonreía nerviosa y deseaba con todas mis fuerzas que Harry apareciera de una vez en el salón pero parecía tardar.

        - Yo también de tí. Tenía ganas de conocerte. Encantada de poder hacerlo -conseguí, por fin, pronunciar

        - Oh, eres adorable. Yo también estoy encantada

¿Por qué eran tan jodidamente increíbles en esa familia? Siempre tenían una sonrisa en la cara. En seguida empezó a charlar conmigo haciéndome preguntas sobre mi vida. Notaba que estaba nerviosa porqué a cada momento me cogía de la mano o me sonreía en cuanto se percataba de mis miradas hacia la puerta. Pero no podía evitarlo, temblaba tan solo de pensar quién podría estar con Harry.

De pronto, Harry se asomó por la gran puerta del salón con una sonrisa de oreja a oreja.

        - Gemma, no seas cotilla y déjala respirar -dijo riéndose

Lo miré sonriendo. Y quise que se me tragara la tierra. Me hizo un gesto con los hombros como cuando intentas hacer saber a alguien que no tenías ni idea de lo que ha ocurrido. Y lo entendí. Por la puerta apareció Des y su mujer. Me dió un vuelco el corazón. Ahí delante tenía a su padre como si nada. Sonriendo también como nunca y diciéndome que estaba encantado de conocerme.

Y, de nuevo, esas palabras.

        - He oído hablar mucho de tí, _____ (TN) y se quedaron cortos cuando me dijeron lo guapa que eras

¿WTF? ¿Harry también le había hablado de mí a su padre? Si antes temblababa con la presencia de Gemma, después que Des me dijera eso parecía un enorme cubo de gelatina. Su mujer se acercó a mí y me saludó amablemente. Ni siquiera era consciente que Des se había vuelto a casar. He de reconocer que a los pocos minutos mis nervios desaparecieron.

Gemma y Des me hicieron sentir tan bien y tan valorada que me tranquilicé al instante. Me daba vergüenza como hablaban de mí pero era increíble estar ahí escuchando esos comentarios. Harry no se había separado de mí en ningún momento desde que nos sentamos a tomar café. Su forma de tranquilizarme o hacerme sentir acompañada por él, era poner su mano encima de mi pierna durante largos minutos.

Y, realmente, lo conseguía. Os seré sincera. Un parte de mí esperaba que Gemma hubiera venido con Anne. Y si lo pensaba fríamente agradecía muchísimo que no hubiera sido así. Anne me parecía una mujer encantadora pero me imponía mucho. Sabía que era muy protectora con Harry, en cuanto a mujeres se trataba y, por lo que tenía entendido, ninguna de las "novias" o "amigas" de su hijo le habían gustado.

Así que seguramente entenderéis porqué agradecía estar hablando con Des. La mujer de Des ayudó a Harry a recoger las tazas del café, lo que significaba que me quedaba tanto con su hermana como con su padre. Pero, de nuevo, me volvía a equivocar. Des se marchó al lavabo y me quedé a solas con Gemma, que no paraba de sonreír. Otra vez había vuelto a ponerme a temblar como un flan.