El concierto que cambió mi vida [Harry Styles y tú]

44- Pintando de colores la oscuridad

En el capítulo anterior.....

- No digas eso -sabía que le dolía- No digas eso, por favor. Sabes que no es verdad. Soy el de siempre

- ¿Cómo quieres que lo sepa Harry? -estallé a llorar- El Harry de siempre al verme le habría dado igual todo y me habría abrazado durante horas para hacerme sentir protegida y no estaríamos aquí discutiendo

- Yo... lo siento... -se acercó poco a poco a mí- Siento haberte hecho sentir así..

- Da igual, Harry... al fin y al cabo, igual nos ha ido bien esto. Así tu.. -me dolía incluso pensar en que lo que iba a decir fuera verdad- así te has podido dar cuenta de lo que...

- Ni se te ocurra por un segundo pensar en eso -dijo gritando con los ojos empañados en lágrimas, igual que los míos

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"No. No podía soportar la idea de que se le hubiera ni tan siquiera pasado por la cabeza eso. Me dolía, me dolía que pensara que al haber estado separados me había dado cuenta de lo que sentía. Claro que me había dado cuenta de lo que sentía por ella, pero no de la forma en que ella pensaba. Sabía que no lo había hecho bien y era consciente que había llegado demasiado lejos. Pero estar separado de ella me hace perder completamente el norte.

Sé que muchas me estaréis odiando por como me comporté con ella. Creedme, yo mismo me odio por haber sido así al estar a tantos kilómetros de distancia pero estaba tan concentrado en que todo saliera a la perfección que perdí la cabeza. Tenía tanto miedo de que algo saliera mal que no me estaba dando cuenta que la había fastidiado. Y ahí me encontraba, a punto de perder a la mujer de mi vida.

Me dolía verla llorar de la manera en que lo hacía por solo pensar en eso. Me dolía tanto que no pude evitar ponerme a llorar como un bebé. La última vez que lloré de esta manera fue cuando le dije adiós tras 3 semanas en Londres, la primera vez que reconocí que la quería en voz alta... Me acerqué a ella y, con miedo, sostuve su cara entre mis manos, limpiándole con mis dedos las lágrimas que caían por sus mejillas".

- Ni se te ocurra pensar ni por un segundo que no eres suficiente para mí -subió mi cabeza para que lo mirara a los ojos, esos ojos esmeralda que estaban repletos de lágrimas igual que los míos- Para mí eres mucho más. Lo eres todo, ____ (TN). Eres la mujer de mi vida. Y no quiero que dudes de eso ni por un momento. Te quiero... te quiero más de lo que creía que se podía querer a alguien

Sin tan siquiera poder reaccionar a la intensidad de sus palabras, me abrazó. Me abrazó tan fuerte como quería que lo hiciera desde el primer segundo en que lo vi. No podía parar de llorar. Todo lo que había pasado, todo lo que aún se escapaba a mi entendimiento, me agotaba mental y emocionalmente. Pero estar entre sus brazos era donde realmente quería estar.

- Sé que he sido un completo estúpido al haber sido tan frío contigo. Estaba tan concentrado en todo lo planeado que fui tan imbécil de no cuidar lo mejor que me ha pasado en la vida

Poco a poco, me separó de su cuerpo para sostener mi cara entre sus manos, manteniendo la mirada.

- No te puedes hacer una idea de lo difícil que ha sido estar separado de ti tanto tiempo y de lo mucho que te he echado de menos. Los días han sido eternos y no había momento en que no pensara en ti. Lo único de lo que tenía ganas era de llegar a casa para verte y abrazarte tan fuerte como siempre, besarte la nariz como tanto me gusta hacer -dijo mientras me dio un pequeño beso en la nariz consiguiendo que sonriera- Pero cuando he llegado y no te he visto, me he sentido tan vacío, tan incompleto que he sentido rabia y frustración. Y he pagado esa frustración que sentía conmigo mismo por no haberte cuidado, contigo. Lo siento. Siento haberte hecho pasar todo esto. No podría soportar la idea de... -y vuelve a llorar de nuevo y sé que se refiere a la idea de perderme- Perdóname..