18- Reconciliaciones, despedidas y promesas

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En el capítulo anterior...

Mis lágrimas empezaban a correr por mis mejillas. No podía reprimirme más, no después de todo. Él se mordía el labio nervioso, movía los pies, tocaba su pelo. Me estaba poniendo nerviosa.

        - ¡¿¡¿QUÉ TE PASA HARRY?!?! Habla de una vez -dije gritando

        - ¡¡QUE NO PUEDO DESPEDIRME DE TI, JODER!! Eso me pasa. No puedo ni quiero -dijo gritando con los ojos rojos

¿Qué? No podía creer lo que escuchaba. No lo podía creer....

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No, no podía creerme lo que había escuchado ni la cara con la que me miraba Harry. Mis lágrimas no dejaban de salir. No sabía qué decir. Pero, en realidad, eso no le justificaba. No justificaba que me hubiera tratado de esa manera y se lo pensaba decir. Nadie merecía que lo trataran así.

        - ¿Y por eso decidiste que la mejor opción era tratarme como una mierda? -se notaba que estaba aún enfadada pero mi tono fue tan suave que percibiría que sus palabras me habían impactado

        - Pensé... pensé que sería más fácil para mí, para los dos

¿WTF? No sé donde veía la facilidad para mí ese chico

        - ¿Más fácil para los dos? Sería más fácil para ti porqué para mí ya ves que no lo está siendo -me había tocado mucho la moral eso y volvía a estar enfadada como una mona- Al fin y al cabo, ambos sabíamos que este día iba a llegar y que esto tenía fecha de caducidad. Pero, tranquilo, que te lo haré fácil -dije girándome sobre mis propios pies para marcharme al lavabo

Estaba completamente decidida a despedirme del resto del equipo y marcharme de allí cuanto antes. No quería pasar ni un minuto más destrozándome. Porqué sí, había sido yo sola la que se había metido en eso y la que había decidido jugárselo con todas las consecuencias. Y ahí estaban.

Antes de que pudiera dar un paso más, Harry me cogió del brazo y lo miré.

        - ¿Dónde vas? -su cara mostraba angustia e incluso preocupación. O al menos a mí me transmitía eso

        - A hacértelo fácil. Me despido del resto y me voy. No tendrás que sufrir más mi presencia. Me lavo la cara y me voy -mis palabras estaban cargadas de dolor. Eran como un jarro de agua fría en pleno invierno

        - Eres tonta

Pero ¿cómo? Encima tenía la poca vergüenza de insultarme y con una sonrisita en la cara. Lo habría matado a palos.

        - Gracias, tu tampoco eres muy listo. Y, antes de que sigas, adiós.

Solté mi brazo de su mano y empecé a andar pero volvió a cogerme pero esta vez lo hizo con más fuerza, consiguiendo girarme para que lo mirara.

        - ¡¿QUÉ NO LO ENTIENDES?! No puedo despedirme de ti porqué no quiero que esto acabe, joder. No puedo soportar la idea de separarme de tu lado ni de verte llorar

Y, con toda su fuerza, pegó mi cuerpo al suyo y me besó. No podía ni mover los brazos por la fuerza con la que me sostenía la cabeza y mi cuerpo. Pero me daba igual. Estar en sus brazos era mejor que cualquier otra cosa. Y, a pesar de mi enfado, me entregué a ese beso con ansias igual que lo hacía él.

Poco a poco se separó y pegó su frente a la mía sosteniendo mi cara con ambas manos. Las lágrimas no paraban de recorrer mis mejillas. Él sonreía y me limpiaba las lágrimas con el pulgar.

El concierto que cambió mi vida [Harry Styles y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora