Extra #6: el día que seamos felices.

7.9K 834 166
                                    

JiMin recuerda muy pocas cosas de su infancia y adolescencia, la mayoría de sus recuerdos inician luego de irse de su casa y comenzar a depender prácticamente de si mismo. Su familia era de las pocas cosas que realmente recuerda, la mayoría de las sonrisas y gritos que vienen a su cabeza eran de los niños del hospital; su calidez, burbujeante alegría y disparatados diálogos que mejoraban sus extensas jornadas. Adoraba los niños, amaba estar con ellos la mayoría del tiempo, amaba escucharlos, acompañarlos y compartir todos los días, sus penas, dolores o miedos.

En esta ocasión era él quien tenía miedo. Aún faltaba tiempo, no era el momento oportuno para que su cachorro naciera, no estaba listo. No se sentía listo.

Sintió sus piernas flaquear, y un fuerte dolor se instaló en su vientre que lo llevó a prácticamente caer sobre su hijastro. JungKook logró sostenerlos a ambos para luego gritar a alguien.

Ah... la policía está aquí. JungKook cálmate, nos meterás en un lío si sigues comportándote como un loco.

Vas a tener a nuestro cachorro en un asqueroso baño ¿¡y te preocupa eso!?

El Omega abrió los ojos asustado mientras, sin saberlo, su cuerpo era llevado a otro lado. ¿A caso estaba delirando del dolor que no podía creer que, nuevamente, luego de años, escuchó la voz de JungKook?

Su cuerpo pesaba, su cabeza dolía y no se concentraba en nada más que el intenso dolor en su vientre para no llorar del miedo al entender que su bebé se había adelantado, que algo pudo haber ido mal, que debía dejar el lugar lo más pronto posible para que nada empeorara. En su mente seguía su confusión, era imposible que escuchara la voz de JungKook, desde que correspondió los sentimientos tanto del lobo como el humano, JiMin no volvió a escucharlo.

Tengo miedo.

—Hyung... Hyung —la voz entrecortada de HyungShik lo golpeó de lleno al finalmente ubicado siendo metido en una ambulancia con HyungShik siendo recostado en otra camilla.

JungKook estaba en un estado de casi delirio, su cachorro en un celo inducido y su Omega a un paso de dar a luz. Sus manos temblaban pensando que hacer, ambos estaban aterrados, ambos lo necesitaban ¿qué hacía? ¿qué podía hacer?

Su función como Alfa es brindar seguridad y calma.

—¡Déjeme pasar!

La única gracia que tenía en su posición jerargíca era ser el protector de su hogar pero su cachorro sufría, necesitaba ser protegido por su padre.

—¡JungKook! ¡HyungShik! Por la Diosa.

El Alfa despabiló. HyeWoo había llegado.

—¿Estás bien? ¿te hicieron daño, bebé?

—No... —el chiquillo negó mirando por unos segundos a su madre para luego mirar a la ambulancia frente suyo, habían terminado de abrocar a JiMin a la camilla.— Hyung... Hyung...

HyeWoo tragó seco y comprendió lo que pasaba— Ve, JungKook. Tienes que ir. —El Alfa se sentía pretificado, sus instintos estaban alterados.

Era como si su cabeza se partiera en dos, los lloriqueos de su hijo y los de JiMin lo tenían al borde de una crisis nerviosa por no saber que hacer. Antes era solo JiMin o solo HyungShik, no a la vez, jamás en el mismo maldito tiempo.

—¡Señor, tenemos que irnos! —gritó el paramédico.

Y como si fuera el estallido de una escopeta, sus piernas se movieron hacia JiMin, su mente en blanco, su mirada fija mientras en su cabeza la voz de su Omega resonaba.

"Tengo miedo"

"Tengo miedo"

"Tengo miedo"

"Alfa"

Toi + Moi ✾ KOOKMIN [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora