Extra #2: Familia

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Dos años y ocho meses han transcurrido desde la operación de HyungShik. Ese día cumplía sus preciados quince años. Hace ocho meses, JiMin había cumplido finalmente con la petición del ahora adolescente y se había instalado en la cabaña en la colina. Aunque aquel día era el turno de HyeWoo de estar con él, se había decidido que el Omega en quedarse en casa; y no fue porque realmente lo quiso, fue porque su padre Alfa lo impuso. Su cachorro estaba viviendo por primera vez, un celo en llamado de reproducirse como el instinto primitivo. JungKook se estaba volviendo loco al escuchar a su bebé lloriquear del dolor.

—Respira —JiMin acariciaba su cabello— es normal, JungKook.

—Yo no pasé por eso.

—Porque no eres Omega, cielo —sonrió— pronto se le pasará, ya le di unos medicamentos junto al supresor. Estará bien, no te preocupes. —JiMin jadeó cuando JungKook se abrazó más a él, le importaba un comino si era más grande, le gustaba acurrucarse en el pecho de JiMin— no puedo respirar JungKook.

—Mejor —ocultó su rostro en el espacio que conectaba el cuello y hombro del Omega, justo donde su glándula de aroma estaba— Así no sales.

JiMin bufó y escuchó un suave "hyung" que lo hizo usar toda su fuerza para tirar al Alfa sobre el sofá y prácticamente correr hacia la habitación de HyungShik. JungKook se quejó más también corrió.

—¿Qué necesitas, cariño?

—Tengo sed —su voz sonó gruesa— ¿podrías traerme algo, por favor?

JiMin asintió y antes que JungKook fuera, él se adelantó. JungKook lo miró alto asustado, nunca tuvo que lidiar con eso. Lo único que estuvo cerca fue con los celos de HyeWoo y de JiMin, nada más. JungKook lo siguió hasta la cocina y le suplicó que no lo dejara solo con el cachorro.

La cosa era que JungKook aún no tenía la "charla" por lo que se sentía raro, era diferente cuando creía que el niño era Alfa, pero era más incómodo sabiendo su segundo género real; JiMin era quien hablaba por los dos, no obstante, era necesario que padre e hijo hablaran.

—Toma, llévaselo —le entregó el vaso y le dio un beso en los labios— tienes que demostrarle que puede confiar en ti, como padre y como Alfa.

—No quiero que se sienta incómodo.

—No lo hace —sonrió— pero si sigues con esta actitud lo harás, debes ser más abierto y comprensible, Kook. Seguro no quieres que te oculte cosas ¿verdad? —el Alfa negó— bien, entonces hazlo. No lo rechaces por lo que es, fue muy duro para él aceptarse, imagínate lo duro que es ahora que secreta liqu-

—¡No lo digas! —chilló señalándolo.

—Eres un exagerado.

—Una cosa es saber que lo haces tú, mi pareja, y otra que lo hace mi hijo, muchas gracias —farfulló y salió de la cocina, no sin antes escuchar a JiMin burlarse de él.

Al llegar a la puerta lanzó una petición a la Diosa y entró al cuarto donde HyungShik, con una expresión agotada y sufrida lo esperaba dentro de su nido. JungKook intentó calmar su corazón emocionado cuando detectó unas cuantas camisas suyas dentro de ellas junto a vestidos de HyeWoo y chaquetas de JiMin. HyungShik sacó su rostro de la almohada y recibió el vaso con las manos temblorosas, JungKook no dijo nada cuando varias gotas recorrían el cuello de HyungShik quien tomaba con prisa el líquido. Recibió el vaso y lo dejó en la mesa de noche junto a la cama.

—Papá.

—Hijo. —su voz salió temblorosa.

—¿Puedes acostarte conmigo? —susurró— tu aroma... tu aroma parece calmarlo.

Toi + Moi ✾ KOOKMIN [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora