Se hizo un silencio extraño entre Set y yo durante nuestro camino al hotel, habíamos admitido tener sentimientos mutuos, sería más sencillos si eso fuera todo pero también admití que tengo miedo, miedo de que no esté bien tenerlos, los seres humanos somos muy complicados... Aunque sea por las razones correctas.
-sera mejor que terminé de empacar- dice apretando suavemente mi hombro, dándome una pequeña sonrisa.
El sol se ocultaba en el mar, el cielo se pinto de un rojo vivo acompañado de varias nubes naranjosas, la brisa fría entraba por la ventana de la sala, la "casa" entera tenía un olor fresco y un poco salado.
Me senté en el balcón un momento solo a disfrutar de la sensación tan llena de paz, luego de un par de minutos Set se sentó a mi lado, juntos en el suelo, sentí su mirada fija en mi.
Volteó un segundo hacia él, sus ojos tenuemente húmedos, tomó su mano y vuelvo mi vista al hermoso atardecer, me siento completa, de una hermosa manera, intento no pensar en mis miedos y recuesto mi cabeza en su hombro. Suelta mi mano y lo mueve gentilmente, haciéndome voltear a verlo.
Pasa su mano a mi quijada y sin usar fuerzas me atrae a él para que nuestras frentes queden juntas, antes de cerrar mis ojos veo como una pequeña lágrima resbala por su mejilla.
Respiró profundo y pongo mis manos suavemente en su nuca, sintiéndome infinita.
Tiempo después me atreví a darle un pequeño beso en la mejilla, para volver a juntar nuestras frentes, Set me lo devuelve: empezamos un tipo de juego, dónde uno da un beso y el otro lo devuelve; le doy uno pequeño en la comisura de sus labios, él lo devuelve como un beso en mis labios, nos miramos un segundo después, expectantes a mi siguiente movimiento.
Tomó su rostro entre mis manos y uno nuestros labios, hago un pequeño movimiento con mi boca y nos separó lentamente, Set pasa los cortos mechones de mi cabello por detrás de mis orejas, toma mi rostro entre sus manos y nos junta, su lengua da un pequeños toques entre mis labios, como pidiendo permiso a entrar, cosa que otorgó, pasó una de mis manos a su barbilla mientras que la otra reposa en mi regazo.
Nuestras lenguas juegan mientras siento como mi rostro empieza a calentarse.
Con la calma de mi lado pasó mis piernas por encima de las suyas, dándome la comodidad de acercarme más a él, por extraño que tal vez parezca, no quiero pasar nuestra presente diversión a entre las sábanas, simplemente quiero seguir disfrutando de este momento.
Set pasa una de sus manos a mi cintura, hacercandome a su cuerpo, insinuandome a sentarme en sus piernas pero prefiero quedarme con las rodillas a sus costados, siendo más alta que él. Temiendo que otro tipo de sentimientos crezca en mi, decidimos disminuir la intensidad del beso, haciéndome conciente de que el sol ya se oculto y que las luces de dentro están todas apagadas.
Me levanto, no sin antes dar un último beso en una de sus manos, ya en la habitación tengo la necesidad de tirarme en la cama y estirarme en ella, con cuidado de no tirar las maletas; me quitó los zapatos y me siento en la cama, dejo fuera de la maleta el conjunto de ropa que me pondré en la madrugada, aunque también optó por bañarme ahora.
Ya en la ducha, mojó mi cabello, no uso ningún producto, solo me quedo bajo del chorro, dejando el agua caer libremente por mi cuerpo, sintiendome un poco mal por desperdiciar el agua. Permanezco con mi mente en blanco, no caigo en la pila de pensamientos que podrían arruinar este momento. Cierro la llave cuando empiezo a perder la noción del tiempo.
Me cambio en el baño, dejando mi cabello secarse al natural, me admiro en el espejo, me siento hermosa.
Salgo a la habitación y Set se encuentra bajando las maletas de la cama. Me siento en esta, mirandolo acomodar todo en el suelo.
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Casada con el asesino de mi madre
Ficção Adolescente.. Cora vive la peor experiencia de su vida: la muerte de su madre. Como si las cosas no pudieran ser peor, se ve obligada a casarse con el hombre que la mató y no solo a su madre, sino también a gran parte de ella. Y lo peor es que ese hombre no fu...