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Diciembre 2 semanas - martes.

Deportes era uno de los ramos favoritos que tenía, no era un erudito en las otras materias pues sus notas eran regulares y satisfactorias para él, mas, cualquier cosa que tenga que ver con ejercicio le encantaba, y por eso siempre ponía toda su energía en las clases físicas. Aunque había algo que en las últimas semanas ya no faltaba y era la presencia de Nightmare en las gradas, siempre haciendo algo como estar en el celular o por supuesto, leyendo un libro.

Durante la clase a veces se olvidaba de su presencia, pero al finalizar siempre le dedicaba un saludo que era correspondido a su modo, pero justamente hoy no lo había hecho, ni siquiera mirado ninguna vez. Pensó que estaba interesante aquella historia que leía, así que fue directo hasta él, sentándose en el asiento de al lado, Nightmare seguía concentrado en el libro.

– ¿Por qué siempre lees?

– Porque quiero leer. –Respondió sin quitar la mirada de las hojas.

– Pero tienes la biblioteca para eso.

– ¿Hay alguna ley que me obligue a estar en una biblioteca para leer? 

– No, pero...

– Ve a cambiarte.

Fue ahí cuando notó algo distinto en el mayor, algo que no podía describir, siquiera estaba seguro si era su imaginación pues Nightmare era un experto en responder cortante. Asintió y se levantó para dirigirse a los vestidores, siendo detenido al instante cuando le sujetaron la muñeca. 

– Piensa algo para Error respecto su relación con Ink, no tengo ganas de pensar en cosas románticas. 

Ni una mirada directa recibió, sonrió incómodo, fuera de lugar.

– Vale. 

Poco a poco se iba soltando del agarre, hasta que finalmente ya no hubo contacto, fue algo lento, pero que pareció eterno para Cross, incluso después no dejó de sentir la frialdad de sus dedos sobre él, dejándole un escalofrío que en vez de provocarle buenas vibras, abrió paso a un sentimiento pésimo. 

Nightmare sí parecía distinto.

Intentó no pensarlo mucho, al menos por ahora, fue al vestidor y después en el almuerzo fue directamente hasta el par de amigos, ambos tenían un aspecto raro. En ese momento recordó que el sábado había visitado a Ink para jugar videojuegos y se había topado con Error que también estaba en la casa, sabía que habían tenido una pijamada así que trató de darle algún tema.

– Dime cómo te fue el sábado. 

– Bien.

– Oh, venga, cuéntame más detalle. ¿Qué hicieron cuándo me fui?

– ...Nada interesante.

– ¿Eh? ¿No lograron darse un beso?

Error negó con la cabeza, no estaba rojo así que fue sincero al responder. Cross bufó, actualmente apoyaba mucho la relación que estaban formando ambos chicos, pues se notaba que se querían y lo de antes fue un malentendido, le ayudaba con total honestidad, pero a veces eran tan densos que de verdad necesitaban apoyo de alguien.

Siguieron conversando respecto el sábado, hasta que finalizó la comida y soltó un pesado suspiro, Nightmare no había dicho ni una palabra en todo el rato.

– Pues la verdad, ya no se me ocurre con qué puedes seguir. Creo que ahora solo debes dejar que todo sea natural; si quieren ser buena pareja solo sigan sus corazones.

Se llevó una mano al pecho, orgulloso de sus palabras, aunque las palabras de Nightmare fueron las que le quitaron protagonismo.

– Qué princesa sonó eso.

Error alzó una ceja, terminando con la última cucharada de chocolate del postre.

– Tú eres acá el princeso.

Pensando que por fin se unió a la conversación, miró al de ojos cyan.

– ¿Por qué te llama así? ¿Acaso eres un príncipe o algo?

La respuesta fue algo que no esperó, Nightmare tomó su bandeja con un rostro algo arrugado y se retiró. Cross pensó haber dicho algo malo, miró buscando respuestas al moreno, quien parecía no sorprenderse de sus acciones, solo se encogió de hombros.

– Le tuvo que pasar algo ayer en la tarde porque en el día estaba normal. –Aclaró.

No entendía nada.

NATURAL | BLANCO Y NEGRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora