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Abril 1 semana - Sábado.

Caminar era ya casi una rutina para la pareja, desde que paseaban por la escuela por cada pasillo de la infraestructura o cuando salían a sus citas hasta el centro comercial cercano o incluso rodeando todo el lago frente a la escuela; eran momentos que les gustaba harto, mucho más a Cross pues le gustaba aquella actividad desde siempre; compartirlo con el mayor simplemente era un sueño cumplido.

Sin embargo, ahora era distinto, no de una mala manera, sino, una llena de misterio para el bicolor. Por fin estaban saliendo juntos un fin de semana, era un suceso que debía marcar un hito en la historia de la humanidad; pero no tenía la menor idea de a dónde iban, sabía que estaban cerca del puerto de la ciudad, pero para eso hubiesen tomado el autobús.

Al menos no fue una caminata en silencio, conversaban con tranquilidad, disfrutando de su compañía y de vez en cuando se tomaban de las manos tanto por el frio como forma de expresar su cariño.

Ya estaba anocheciendo cuando por fin llegaron, a lo que Night se bajó un poco la bufanda que tapaba su mentón y alzó su brazo con tal de abrazar al menor sobre los hombros. Esto sobresaltó a Cross, quien le miró, queriendo entender sus intenciones.

– Night...

– ¿Mh?

– ¿Por qué estamos aquí?

– Solo espera un poco.

Si antes no estaba ansioso, ahora sí que lo estaba. Quería como nunca la habilidad de leer mentes del mayor, que pese sonase una locura, quería creer que Night tenía poderes o algo para entender sus planes con solo un par de pistas. Felizmente, esta vez no le costó entender; tan pronto como las luces de los locales cercanos se prendieron se reflejaron en el oscuro manto marino que tenían en frente, prontamente iluminado con más intensidad por el fenómeno que sucedía más arriba: la areola boreal.

Un acto tan bello que a pesar de no poder distinguir bien sus colores, iluminaba todo el cielo con elegancia y belleza, hasta Cross podía decir que era precioso.

Nightmare le abrazó por la espalda mientras que Cross todavía no salía de su asombro, hace meses que no se dedicaba a contemplarlo de todos modos, se sentía como si fuese la primera vez que las miraba.

– Es muy lindo, ¿Preparaste esto para mí? –Comentó el bicolor, reposando su espalda en el pecho de su pareja, quien solo se dedico a cruzar sus manos sobre el abdomen ajeno.

– Claro, le dije al sol que mandara sus partículas a la capa magnética de la Tierra.

Cross rió.

– Bueno, sí, lo pregunté mal.

El mayor esbozó una pequeña sonrisa y besó su cabeza, al estar en el puerto, muy pocas casas y edificios habían.

– Aquí es mejor que verlas en pleno centro de la ciudad, además es más silencioso.

– Sí, aunque cerca de tu casa también cumple esas condiciones.

– No sería lo mismo.

– Haha... muchas gracias por llevarme hasta aquí.

– Cross.

– ¿Sí?

Por la posición en la que estaban, apenas podía ver su rostro si giraba su cabeza, pero sí que podía escuchar el bombeo de su corazón resonando.

– ...También te amo, Cross.

El aludido se sonrojó, contento, eufórico, alegre, conmovido. Por más que fuesen jóvenes, era consciente de que su amor era intenso y duradero. Amaba a Nightmare, quería estar con él por el resto de su vida. 

Se dio vuelta para abrazarlo bajo los hombros y con fuerza se acurrucó entre sus brazos. Allí susurró, sin necesidad de ver más las areolas, tenía algo mucho más importante frente él.

– Me alegra saber eso.

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FIN.

¡Muchas gracias por ver! Y esperar pacientemente a que me dignara a escribir haha. Muchas gracias, de verdad.

El próximo libro es el final de la trilogía, se llama. "INCLEMENCIA" Y por supuesto, no tengo casi nada escrito aún. Pero es Afterdeath y una historia que requiere mucha discreción. 

Lo quiero mucho.

NATURAL | BLANCO Y NEGRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora