43

731 105 3
                                    

Febrero 1 semana - viernes

Sus músculos se destensaron tras haber estirado sus brazos hacia el cielo, las clases de la semana habían finalizado de una manera nada grata para él, había tenido una evaluación y sabía que no le había ido tan bien como le gustaría; estaba bastante seguro que no solo sus padres le darían una reprimenda, Nightmare también lo haría. Sabía de sobra que el adverso era un erudito, siquiera tuvo que ver sus notas para sospechar su intelecto, de quienes no pudo creerlo fue de sus amigos Ink y Error, a pesar de los idiotas e infantiles en muchos aspectos, sus notas eran superiores a las de él mismo; no sabía cómo sentirse al respecto.

Soltó un bostezo, tapándose la boca con la mano para que nadie viera sus exageradas expresiones. Aunque lo que hizo que se detuviera en medio andar fue notar que había estado caminando por los pasillos del curso superior, quizás era un acto involuntario a pesar de saber que los días viernes su pareja salía más temprano, toparse con él y que le dijera que había arreglado todos sus problemas familiares era un deseo que esperaba que se cumpliera pronto.

Al llegar al salón del curso donde pertenecía Nightmare, no pudo encontrarse con este, pero sí se topó con el moreno. No era quien esperaba, pero no por ello iba a ignorarlo. Error le reconoció, esbozando una expresión más suave de la predeterminada que tenía siempre con otras personas.

— Por si te has olvidado, —comentó Error tras estar a una distancia decente para iniciar una conversación — Nightmare trabaja a esta hora.

 Esa aseveración no se la esperaba, como tenía que esconder su relación a petición del mayor, supuso que este todavía no había hecho las paces tras todo el tiempo que se aisló; se sorprendió al haber fallado en sus deducciones. 

— Ohh, ¿ya te contó lo que le pasaba?

— Solo me dijo que debía trabajar para arreglar la crisis económica de su casa, ¿te lo dijo?

— Sí. —Asintió.

Las facciones del mayor se relajaron, elevando sus comisuras segundos después. 

— Hace tiempo que no competimos, ¿Por qué no aprovechamos de hacer una carrera? Verás que salir con Ink no me ha vuelto inferior.

Era cierto que llevaban un tiempo sin hacer competencias, desde que Nightmare había cambiado de comportamiento por sus problemas entre los dos tomaron la resolución de no hacer nada más hasta que el ambiente se alivie. Lo único que le tensó era el hecho de que en pocos minutos iba a oscurecer, esperaba que no se le ocurriera irse a un sector sin luz o perdería. 

— Uhh. ¡Claro!

Y a su pesar, así fue.

Si lo pensaba bien, nunca le había dicho a Error que tenía una discapacidad visual, de por sí detestaba decirlo debido a que no quería que lo trataran como alguien inferior, era muy capaz y eso se demostraba cada vez que le ganaba en alguna competencia. Actualmente no se lo ha dicho porque nunca consideró que era importante decirlo, hasta ese momento.

Tragaba saliva constantemente, observando los árboles que se reunían alrededor del lago, era el sector favorito de ambos para hacer carreras pero mientras más se adentraban, menos faroles prendían. Al llegar, Error dejó caer su mochila al suelo seco y es estiró. 

— De aquí hasta el banco, ida y vuelta. ¿Qué tal?

Cross asintió, sonriendo nerviosamente. Error ni por si acaso lo notó.

Se acercó a él hasta la línea imaginaria de partida, se agacharon y a la vez contaron hasta tres. Corrieron de forma pareja, Cross mantenía los ojos achinados para poder diferenciar las raíces del suelo, todo parecía bien, había tomado la idea de hacer grandes zancadas para tener menos posibilidades de tropezarse; no obstante, en el viaje de regreso todo parecía mucho más oscuro que antes.

— ¡Ah!

Se quejó el monocromático al sentir su pie quedarse atrapado en el suelo, un fuerte golpe sintió tras una gran sacudida, había caído de una forma bastante dolorosa. El accidente fue notado por su acompañante pues frenó de forma cómica para ir a su socorro, de a poco le ayudó a sentarlo sobre el suelo.

— ¿Estás bien? —Preguntó Error, nervioso.

Le dolía mucho la rodilla, se la sobó un par de veces, apretando los labios para no emitir ninguna queja más de dolor.

— Sí, es que está muy oscuro... apenas vi las raíces.

Error miró a su alrededor.

— Ahora que lo dices, parece que hay faroles apagados.

— Nhh...

Se quejó una vez más, no quería preocupar más a su amigo. Todo iba de mal a peor cuando al posar su pie sobre la superficie, un dolor punzante lo arremetió, teniendo que sostenerse con todo su peso en Error.

— Creo que me doblé el tobillo. —Se lamentó, siendo ayudado al instante para que se pudiese sentar en el banco más cercano. Se sostuvo la pierna, apoyando su frente sobre su rodilla para concentrarse en cualquier otra cosa, mas, era imposible, si tenía una lesión no podría asistir a la escuela y seguramente tendría que quedarse en casa por varios días— No le digas esto a Nightmare, por favor.

— A él no le importará tanto, ¿por qué tendría que decírselo?

Se mordió suavemente la lengua para evitar decir demás, haber mencionado su nombre estaba muy fuera de contexto y hasta el ser más inocente del planeta —como lo era Error— podría sospechar.

Sacó el celular, cambiando el tema.

— Llamaré a mi papá, ahí me verán, puedes irte si quieres.

— Tsk, no, Ink me matará si sabe que te dejé acá abandonado.

Rió ante eso, sabía muy bien que no sería el único que lo atacaría. A pesar de ello, no era su culpa el haber propuesto tal competencia a la orilla del lago en invierno, pudo haberle dicho la verdad y así evitado todos estos problemas. Llamó a su padre, diciéndole sobre su accidente para que lo llevaran a tratar su pie.

Fue conciso y al poco rato colgó, observó al moreno quien miraba a la nada con bastante concentración, se preguntaba en qué pensaba. Ahí se acordó que el lunes Nightmare iba a ir a su casa, quizás ni iría por el accidente pero no perdía nada con saciar sus dudas.

— Oye, ¿sabes cuál es la comida favorita de Nightmare?

Los ojos algo rojizos del adverso se desviaron hasta él, realizando una expresión dudosa.

— Cualquier cosa que no sea dulce.

— Le debe gustar la pizza entonces.

— Oh, vamos, eso a casi cualquier noruego le gusta.

— ¿El sushi?

— supongo que sí.

— Quizás lo italiano...

— ¿Por qué ese interés?

Alzó las cejas sintiéndose descubierto, quizás había sido demasiado evidente. Intentó pensar en algo rápido, mas en su cabeza no paró de aparecer recuerdos de la llamada donde concordaron juntarse. Sonrió como bobo, pasándose la mano por el pelo.

— Es que... Me retó a que adivinase su comida favorita. —Medio mintió, no había sido específicamente eso, pero era cercano a la realidad.

Error cayó redondo.

— Pues perderás, no tiene ni una en específico. 

 Se confortó por salirse con la suya, decidido en cambiar de tema para ignorar el dolor de su pie y evitar que Error se sintiera tan agobiado por ser responsable casi directo de su caída. No pasó más de media hora para que ambos jóvenes escuchasen el sonido de un auto y el posterior bocinazo alertando su llegada. 

— Es mi papá. —Aclaró el monocromático.

Error le ayudó llevarlo hasta el auto, como agradecimiento el adulto le ofreció llevarlo hasta a casa pero el moreno se negó. Cross se despidió con la mano hasta perderlo de vista, siendo llevado hasta el hospital. 

NATURAL | BLANCO Y NEGRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora