47

767 112 13
                                    

Febrero 3 semanas - lunes.

Era bastante temprano, sus ojos apenas se mantenían abiertos y los bostezos producían que se cubrieran de humedad; tenía que estar ahí temprano porque llevaba desde el viernes preocupado por el tema de las cartas, ahora que por fin era lunes quería encontrarse con Nightmare y zanjar sus dudas lo antes posible, aunque realmente no sabía qué solución podría dar.

A un paso rápido llegó a la escuela, como bajaba del bus también hartos alumnos entraban al establecimiento, tenía que ser precavido.

— Nightmare, Nightmare.

Llamó más de una vez apenas lo distinguió en el pasillo de los casilleros, el aludido se giró lentamente hasta él, alzando una ceja cuando sus miradas se toparon, no era normal encontrarse a esas horas y sabía que iba a estar confundido.

— ¿Qué te sucedió ahora? —Preguntó el de flequillo oscuro entretanto cerraba el casillero.

— Quería preguntarte algo... —Tomó una bocanada de aire para aliviar el ligero dolor de pie, se había sobre esforzado— ¿Tienes fans asesinas o algo así?

— ¿Asesinas?

— ¿Podemos hablar donde haya menos gente...?

Parecía atónito por la pregunta que hizo pues tardó en reaccionar, sus ojos se desviaron a los lados como si estuviese buscando a alguien; Cross realizó lo mismo, notando que a pesar de sus miedos, todos estaban absortos en sus celulares y murmurando entre ellos. Tragó saliva, esperando que sea lo que fuese lo que sucediera no le incumbiera, ya estaba demasiado perseguido con las cartas que había recibido la semana pasada.

Nightmare suspiró, acomodó su mochila e hizo un cabeceo en señal de que lo acompañase, todavía faltaban quince minutos antes de que comenzaran las clases. Caminaron por un par de pasillos hasta quedar en el umbral del patio, el sol estaba recién saliendo por lo que el ambiente era mucho más grisáceo del normal, hacía mucho frío.

— Bien, ¿qué es lo que sucede? —Volvió a hablar el mayor, allí Cross avispó para buscar en su bolsillo las cartas, no se atrevió a botarlas.

Su pareja ni siquiera las tocó, al verlas sus cejas se fruncieron hasta el punto de arrugar su frente, un agrio suspiro escapó de su boca, agotado a pesar de recién comenzar el día.

— Entiendo. —Comentó, masajeando sus sienes— Pensé que habían cambiado de presa.

— ¿Cómo? ¿Sabes de qué trata?

— Algo así, hace más de un año tenía una masa de gente que pasaba observándome, era muy molesto y también enviaban cartas de amenazas.

— ¿A quién? —Preguntó sorprendido.

Él chasqueó la lengua.

— A Error. 

— ¿Eh? 

Cross sonrió incrédulo, el adverso se llevó la mano a la cadera apoyándose en la misma pierna mientras hacía gestos reflexivos. Al salir de su escepticismo, guardó las cartas mucho más aliviado, a pesar de lo que sucedía, Nightmare ya tenía experiencia con esas cosas.

— ¿Qué hicieron para que les dejaran en paz?

— Error es muy idiota, no se daba cuenta de que le miraban o mandaban cosas, con el tiempo dejaron de hacerlo, posiblemente porque notaron que él se juntaba mucho más con Ink que conmigo. 

— Entonces también lo podré soportar.

Nightmare negó varias veces con la cabeza.

— No, dudo que lo soportes mucho tiempo, si enviaron cartas significa que ya te han estado observando. —Discrepó, alzó la cabeza, se notaba que estaba sopesando todo, Cross no podía imaginar la velocidad con la que estaba trabajando su cerebro— Te sentiste mal la semana pasada por lo mismo, ¿fue solo ese día o también sucedió cuando estabas solo?

— El viernes me sentí similar...

En ese momento el azabache tomó la mano del monocromático, Cross acercó su rostro a los nudillos adversos, se estaba sintiendo muy apoyado por su novio; Night acarició su cabello.

— Por ahora, si te sucede algo, mándame un mensaje, no importa si es fin de semana, te voy a contestar.

Cross asintió, pero ante sus mimos, se dio cuenta de un detalle importante.

— Gracias, aunque igual se me está ocurriendo algo para solucionarlo.

— ¿Qué cosa?

— Siempre me das cariño cuando no hay nadie.

Fue suficiente para que Nightmare comprenda, este le soltó despacio y rodó los ojos, cubriendo su boca con la mano aún pensando sobre la situación, pronto tocó el timbre por lo que el mayor suspiró dando la declaración final.

— Bien, no te aproveches.

Cross rió.

— Ojalá sirva...

NATURAL | BLANCO Y NEGRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora