14: ¿Qué sucede con Pau?

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Disfruto bailar y cantar mis canciones favoritas junto a personas con las que me siento cómoda, saltar dejándose llevar del sonido es una sensación de paz con serenidad. Uff algo indescriptible, que muchos amamos sentir.

Disfruto de las fiestas, es decir ¿a quién no le gusta ir a casa de su amigo a gozar su cumpleaños?

El dilema está en que no disfruto en absoluto estar en un evento como lo es el baile de graduación sin tener la variable principal mencionada anteriormente: personas que me hagan sentir cómoda.

Debo aceptar que todo nos quedó muy bonito, valió la pena el esfuerzo. Algunos bailan en nuestra pista creativa, y otros comen en las mesas. Realmente espero que no se dañe nada, la responsabilidad recae absolutamente en los organizadores, y no tenemos dinero para esas cosas.

El dj coloca buena música, a todos les encanta, lo comprendí, es decir, lo escogí yo, obviamente lo adoraron. Bueno no, solo mostré tres opciones e hicieron votaciones. Según ellas este tenía un repertorio novedoso y dinámico para la ocasión, aunque para mí está colocando un mix de alguna plataforma en internet. No lo juzgo, realmente ni me interesa.

Suspiro... ¿Se nota mi mal humor?... es que no deseo estar aquí, Paula me canceló a última hora venir y Felipe no para de mirarme junto a sus amigos. Es el colmo de mis males. Se acostó con Paula, la trato con indiferencia y ahora sus ojos quieren captar mi atención. No, eso no sucederá, adicional, jamás olvidaré el momento en que tocaron a mi puerta con la intención de avergonzarme. Los vecinos hablaron de mí durante semanas, Mamá aceptó el suceso con serenidad, pero no estaba contenta, NADIE está contento cuando dicen que tu hija es una infiel.

Y es una mierda sentirse avergonzada y juzgada con las miradas, llegaron momentos donde me sentía infiel.

—¡Hey! —una voz me saca de mi trance— ¿No estás aburrida? Ven vamos a divertirnos, ya basta de contar todo eso, sabemos quien ganó —culmina guiñandome un ojo. Eso cree él, hoy todos están muy elegantes, debo aceptar que los tres chicos frente a mí lucen bien, bueno siempre. Me encojo de hombros y continúo con lo mío

Estoy contando los votos para saber quienes son las tres ganadoras a mejor atuendo, y luego haré lo mismo con el de los chicos, no me quejo, es mucho, pero me ofrecí de voluntaria, era mejor que no hacer absolutamente nada. Aquellos que ganen tendrán la posibilidad de viajar a no sé donde. Divertido a mi parecer.

—¡Vamos Pilar, es nuestro último día prácticamente en el Instituto, ven disfrutémoslo! —insiste, pero no tengo ganas, estoy tranquila aquí.

—Samuel, estoy muy alegre contando los votos —contesté sonriendo. Claro que es falsa mi alegría, en general él me agrada, pero he estado siendo parte del grupo de chicos que organiza, es decir, estoy desde la mañana cerciorándome de las cosas que estaban a mi cargo. No tengo ánimos para bailar, y mucho menos sin Paula. Mi ceño se frunce ante el recuerdo.

—Claro que no, te hemos visto fruncir el ceño en varias ocasiones, como ahora... —¿Alguien me puede decir porque ellos están al tanto de eso? Levanto mi ceja— ¿Qué? Cuidamos a la novia de nuestro amigo Uriel ¿cierto chicos? —se voltea cuestionando a sus amigos, los conozco, son unos chismosos, quieren sacarme información. Los demás respondieron con varias afirmaciones alegres.

—Chicos, les he dicho que no sé el por qué de que Uriel no les haya escrito.

—Mientes —contesta rápidamente Samuel. Esta conversación la hemos tenido muchas veces.

—¿Crees que te robaremos a Uriel? —remata Joseph, y yo resoplo. Aquí vamos.

—Eso sería ridículo Joseph —no comprendo por qué piensan así realmente, ya casi ni lo veo, acepto que se me ha pasado decirle, pero es complicado, solo llega a casa para buscar su ropa, es decir, ni siquiera hablamos, y si lo hacemos son para cosas necesarias, comida, Darcy y fin. Quiero que me de el número de Jacob, pero ni de eso hemos podido platicar.

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