4: Martes

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Hoy no me peine, solo hice un chonguito o simplemente lo recogí. Soy una feliz chica despeinada.

Estoy esperando a Uriel en el porche de mi casa, se está demorando, primer día e impuntual eh, pésimo servicio, espera... quizás salió tarde de su trabajo ayer... suspiro, supongo que ignorare su tardanza. Solo por esta vez.

No conozco un trabajo donde un chico de 18 años tenga que salir corriendo apenas llamen. Se supone que solo trabajaría 8 horas o medio tiempo, ya que estudia. Realmente era urgente, es decir, nos iba a dejar en el parque para irnos solos, nos abandonaría (no digo que este mal, yo lo hubiera hecho).

Si no fuera por Darcy... oh la discusión... uff ese sí fue un ambiente tenso, me pregunto como hará para llevarlas a ambas a su escuela si él estará en clases, como yo.

Si le preguntó en que trabaja seguro, me dice. Uriel aparenta ser un chico abierto, educado. No va a trabajar vendiendo drogas, robando o asesinando. Eso sería imposible. Se lo preguntaré hoy mismo. Eso de que Darcy sepa defensa personal... ¿de quién se va a defender? Bueno, últimamente la delincuencia ha crecido. Supongo que Uriel solo quiere que en su ausencia ella sepa defenderse.

Pero siento que sencillamente algo anda mal aquí. Ellos no viven en un sitio peligroso ni la escuela está en un área de tal nivel.

Otro detalle inexplicable, y adiós.

Me acomodo en la silla, hoy es un día algo caluroso, la brisa me refresca y da tranquilidad así que cierro los ojos, todo está en silencio, bueno a excepción claro de los pájaros, pero créanme, no me inquieta ningún poco, pienso complementa el ambiente, Pilar Baen se encuentra relajada. Estoy segura que si alguien me estuviera viendo, diría que me estoy durmiendo, pero no es así, solo estoy disfrutando de la naturaleza. Hum ¿debería tomar el sol? ha de faltarme vitamina D...

El claxon de un auto arrasa mi ambiente de paz, abro los ojos con el ceño fruncido para ver a un divertido Uriel saludándome. Aja, como que alguien se levantó alegre. Ignorare su invasión a mi paz por este momento, me encamino a su auto.

-Creo que deberías caminar más rápido, llegaras muy tarde.- menciona alargando la última palabra.

-No importa, sería la tercera vez que llego tarde a una clase.- Me encogí de hombros. Mostrando desinterés, no se porque lo estoy haciendo, la primera vez solo fue resultado de un choque, la segunda fue cuando lo conocí y la tercera es... ¿hoy? ¿tanto se tardó?

-Que ruda eres, ¿debería alejarme de ti? una persona como tu debe ser peligrosa para nuestra sana sociedad.- Ya empezaban las burlas, que chistosito.

-Y los circos están en busca de payasos como tu, no desperdicies tal talento.- culmine guiñándole un ojo mientras entraba su auto, sentándome en el asiento del copiloto. Espero haberlo hecho bien, porque sería vergonzoso no saber hacer un gesto como ese.

Por cierto, no dije que su auto olía ¿delicioso? o es él. Bueno, nunca lo sabré.

-Ambos podemos ir al circo, ¿sabes por qué?.- tengo dos opciones, seguirle el juego o ignorarlo hasta que se calle, pero no, no se va a callar.

-No Uriel, no lo sé.- Digo mientras le miró fijamente con los brazos cruzados. Veo como se inclina levemente hacia mi y sonríe un poco.

-Porque yo soy como un mago, ágil, astuto, inteligente y sé muchos trucos ¿no quieres tu ser mi asistente?

-Qué tal si, yo soy una maga y tu mi asistente. ¿No vamos tarde?- dije mientras sonreía acomodándome en el asiento. ¿Les dije que el olor en el auto es magnífico?

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