- Epílogo

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10 años después

Después de todo, la vida no es tan mala como uno cree, tal vez solo es cuestión de tiempo para que puedas hacer tu vida de nuevo.

Tal vez los dolores no desaparecen, pero con una terapia y la persona correcta a tu lado pueden disminuir su tristeza.

Es increíble como una sola persona puede ayudarte tanto durante un proceso donde pensabas estar solo siempre, o que jamás comprenderían el dolor que tu sentías. Pero un día apareció ese alguien que simplemente me hizo brillar.

Esa persona que me hizo sentir especial de nuevo, sentir que el mundo no se me caía encima y que solo debía ponerle buena cara al mal clima, por muy difícil que se viera.

Así fue lo mío, algo que jamás creí que volvería a pasar, sonreír de forma natural y no forzada para que crean que estoy bien.

– Jeongin, abre la boca, o si no me voy a enojar contigo. – un pequeño bebé de apenas 10 meses estaba rezongando para no comer su comida – va a venir tu papá y te va a retar y esta vez yo no te voy a salvar. – hice caras para que se riera y conseguir meter comida a su pequeña boquita, y lo logré con éxito.

Después de unos cinco minutos intentando que el pequeño comiera más la puerta principal se abrió y cerró unos segundos después.

– Tu papá ya llegó. – alcé al pequeño para acercarnos a la sala principal donde seguramente el rubio dejaba su maleta, abrigo y zapatos.

Un hermoso hombre vestido elegante se acerco a nosotros, alzando a su hijo y dejando un beso en mis labios.

– ¿Estás comiendo pequeño Jeongin? – el menor asintió débilmente mirando desesperado el maletín de su padre, ya que siempre le llamaba la atención, segundos después lo dejó en el piso, abriendo el maletín y sacando lo que suponía eran papeles importantes para luego ambos dirigirnos a la cocina.

– ¿Cómo te ha ido amor? – dije mientras me acercaba a la heladera para sacar unas verduras y preparar la cena.

– Bien, pude terminar de arreglar las cosas con los inversionistas gracias a Félix, que por cierto, ¿te enteraste? – dijo mientras me abrazaba por la espalda, ante su pregunta moví la cabeza en forma de negación – el travieso Lee se casará por fin, supe que será con la hermana de Changbin. – conocía a esa chica y también sabía lo bien que se veía con Félix, me parecía perfecto que por fin dejase de ser tan mujeriego.

– Es increíble, ¿tu no estás nervioso por la próxima semana? – pregunto dándome vuelta dejándome apreciar su hermoso rostro, pose mis dos brazos en su cuello.

– Intento no pensarlo mucho pero siendo sincero, estoy muerto del miedo. – confesó dejando un casto beso en mis labios y me di vuelta para seguir con lo que estaba haciendo.

El mayor se fue a ponerse algo más cómodo y volvió a bajar para comenzar a jugar con el pequeño Jeongin. Pasaba mucho tiempo ene el trabajo y eso lo estresaba, por suerte no teníamos muchas peleas, solo pequeñas discusiones que se arreglaban con mimos y besos.

Entre balbuceos salió una palabra más clara que el agua – papá. – ambos nos miramos y nos acercamos más al bebé regalandole un fuerte abrazo y felicitándolo mientras él repetía una y otra vez la palabra recién dicha.

La chica de las cartas suicidas ⎯   Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora