2.

7.6K 477 108
                                    

18/4/20 1:29 p.m.

Pase el fin de semana sola, solo con mis pensamientos suicidas y mis vidrios rotos para intentar acabar con mi vida, me siento tan débil cada vez que tengo ese pedazo de vidrio afilado. No soy lo suficientemente fuerte como para cortarme profundamente y así llegar hasta las venas y morir desangrada.

Espero algún día llegar a poder acabar con mi vida, después de todo, nadie me conoce y los que si, solo me molestan.

【■■■】

El rubio de oyuelos estaba leyendo otra carta que había encontrado en casa de su amigo.

Se estaba preguntando si el de sonrisa metálica era el estudiante pero comparo letras y no se parecían en nada, la ortografía del menor realmente era mala en muchas ocasiones, en cambio, el papel que tenía en manos no tenía ni un solo error.

- Si no es Jeongin, debe ser algún amigo. - sacó esa conclusión tan rápido como lo pensó, dudo en salir del baño, si, estaba en el baño leyendo una carta suicida. Algo super normal, ¿No?

Sus amigos habían notado lo distraído que había estado últimamente, ya sea para las clases o entrenamientos, incluso para simples conversaciones en los recesos.

Chris debatió con él mismo que, que haría cuando saliese pues, sus clases habían terminado y no tenía entrenamiento. Su pequeño hermano estaba en casa de un amigo y sus amigos estaban preparándose para una fiesta que habían organizado recientemente. Chan no estaba de humor para fiestas por mucho que le gustaban.

Al salir vio a unos chicos lavandose las manos, no les prestó atención pero noto que tenían sangre en sus manos. Miró discretamente y fugazmente volvió a mirar su reflejo terminando de lavar sus manos.

Salió de una vez por todas de ese lugar algo extrañado por la sangre recientemente vista, no quiso seguir pensando en la razón, realmente ni si quiera le incumbe.

No negaba que estaba confundido y un poco preocupado por lo recién visto, pero prefería no meterse en problemas, por el momento eso era lo mejor.

Ya fuera de la escuela no quizo ir a casa, bueno, la casa de su amigo quien había organizado una fiesta por la reciente llegada de un amigo el cual todos conocen, si, él también lo conoce pero no estaba de humor alguno para ir.

Fue a un parque cercano de casa donde puedo relajarse mirando el cielo ya de atardecer y por un instante cerró los ojos, no duró mucho ya que sintió algo de bullicio proveniente de la vereda de enfrente suyo.

Era su amigo Jeongin....pero no venía solo, venía acompañado de una chica. Está venía agarrando el brazo de su amigo intentando detenerlo para no terminar en la fiesta.

....

— Jeongin. — me quejé por quinta vez en el camino — no me gusta ir a fiestas. — intenté agarrar su brazo para detener su andar pero fallé.

— Te dije que sería bueno que te despejaras un poco, además, eres buena socializando y no te hará mal un poco más de amistades. — defendió el castaño.

— Pero.......ya te tengo a tí y a Felix. - él me miró con cara de desaprobación, mientras yo pensaba en alguien más con tal de no ir — también tengo a......a.......a Yeji y a........a......a Ryujin. — me defendí pero al parecer no funcionó porque en éste preciso momento estoy siendo arrastrada hasta esa estúpida fiesta.

— ¿Sabés que te quiero, verdad? — puso sus manos en mis brazos agarrándome algo fuerte pero sin lastimarme.

— Diría que si, pero no me has comprado lo que te pedí en el almuerzo. — hice un puchero.

La chica de las cartas suicidas ⎯   Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora