Ya me sentía harto de tener que escapar, pero mi vida se había convertido en eso. Había llegado inmediatamente a Alacante tras dejar la academia, y aunque la extrañaba, no sería nada infeliz si me quedaba eternamente allí. El clima era simplemente perfecto y las últimas dos semanas había estado tomando el sol en la playa y piscina del palacio. También en los últimos días Alec había insistido que debía aprender a cabalgar, ya que aquello era algo prácticamente necesario para la realeza, pero no me sentía cómodo. Sí, había cabalgado antes cuando habíamos asistido a un paseo escolar con Ragnor, a él se le daba de maravilla, por supuesto, él había crecido en una granja a las afueras de Nueva York, yo por otro lado, era cien por ciento citadino. Aquella mañana Alec había insistido en que era hora de que yo cabalgara solo. Por supuesto que no había accedido, pero tras muchas suplicas, mi novio había insistido en que yo debía tomar el mando del caballo, aunque por supuesto, él estaría detrás de mí para tomar el control si algo resultaba mal. Me sentía tranquilo, mí Garbancito me estaría cuidando. No tenía de qué preocuparme...
...o eso había creído.
Ahora Alec y yo nos encontrábamos cabalgando con prisa hacia el establo, puesto que el palacio quedaba demasiado lejos. Una vez llegamos al establo, Alec me tomó de la cintura y bajándome del enorme animal, me arrastró hacia el estacionamiento, donde estaba el precioso convertible de mi chico. No me aburría de mirarlo, era fantástico. Yo había adquirido una licencia de conducir hace poco, y me hubiera encantado conducirlo nuevamente, pero realmente no habíamos tenido muchas oportunidades de salir del palacio, las pocas veces que lo habíamos logrado, siempre terminaban en una persecución hacia mi persona, y por supuesto, las personas a mi alrededor.
Aquel día claramente no sería la excepción.
Me sentía realmente frustrado.
Tan pronto como Alec y yo tomamos asiento, mi novio arrancó el auto, enviándome fuertemente contra mi asiento.
- ¡Maldición Magnus Bane, ponte el estúpido cinturón! –Gruñó Alec, su voz estaba llena de preocupación. Yo suspiré y obedecí.
No dejaba de sorprenderme de las habilidades de mi chico para conducir. Esquivaba el tránsito perfectamente, lo que no me sorprendió tanto fue mirar por el espejo del retrovisor y ver dos camionetas gigantes, blindadas y con vidrios oscuros, siguiéndonos. Ellos también eran muy hábiles a la hora de esquivar al tránsito... y se estaban acercando.
-Alexander... –comencé con urgencia, pero mi chico lanzó un gruñido fuerte que me hizo callar.
- ¡No te preocupes Magnus! ¡No nos alcanzarán!
-Pero si...
No pude decir nada más, Alec posó sus dos pies en el acelerador y nuevamente me vi disparado contra mi asiento, por suerte esta vez tenía cinturón de seguridad. Los autos sonaban sus bocinas, furiosos, cuando Alec se atravesaba en su camino, y tuve que hacer una oración silenciosa. Sabía que Alec era muy hábil, pero aun así temía terminar estrellado contra un coche, y eso no era lo peor, si aquellos sujetos nos alcanzaban, no sé qué serían capaces de hacernos.
Alec siguió esquivando el tránsito y sentí un poco de alivio cuando miré el palacio. Nos estábamos acercando, lo íbamos a lograr... o eso creía, puesto que cuando teníamos que girar, una nueva camioneta negra se atravesó en nuestro camino. En aquel momento podía jurar que íbamos a morir, pero por supuesto mi novio era más ágil y girando el volante con brusquedad, tomó un desvío mientras lanzaba fuertes maldiciones.
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You will not get me (MALEC)
FanficLa vida de Magnus últimamente se ha tornado difícil y su mundo cambió cuando oscuros secretos salieron a la luz tras su llegada a la academia Idris para alumnos especiales. Tras la muerte de una de sus amigas, el mundo entero está trastornado y dese...