CAPÍTULO 18

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A su majestad La Reina Lilith Satrina Batna Patrota Kendall, y todo el pueblo de Edom.

Querido pueblo:

Tengo la triste noticia de dirigirme a ustedes para comunicarles la renuncia definitiva a mi título de heredero y próximo gobernante del pueblo de Edom.

El motivo fundamental para mi renuncia recae en los constantes problemas que he tenido con su majestad, La Reina Lilith de Edom, a causa de sus constantes engaños que han causado grandes infortunios en mi vida y en la de mis seres queridos.

En función de lo anterior, me permito solicitar a su majestad La Reina Lilith, para que tenga en cuenta a su hijo Ash Morgenstern para que tome el puesto al que hoy renuncio.

Sin más que añadir, quedo completamente agradecido al pueblo de Edom por haberme acogido como su potencial gobernante, y me disculpo nuevamente por decepcionarlos.

Magnus Bane.



Cuando Jem terminó de leer la carta en voz alta, frunció levemente el ceño.

– ¿Era necesario mencionar a Ash? –Preguntó doblando nuevamente el papel.

–Por supuesto. Si mi abuela no acepta contarnos toda la verdad, yo presentaré esta carta a la prensa.

– ¡Pero yo también voy a renunciar, Magnus! –Se quejó el joven rubio a mi lado.

Yo me encogí de hombros y asentí.

–Lo sé, pero al menos el pueblo de Edom debe saber que existe otro heredero. Ya si este decide renunciar, no será culpa tuya, quiero que sepan qué si Edom se queda sin gobernante, es completa culpa de Lilith y sus engaños.

– ¡Vaya! –Exclamó Jem rascándose la nuca–. No había pensado en ello... pero probablemente ni siquiera tengas que pasar esta carta.

– ¿En serio lo crees? –Pregunté completamente ilusionado.

–Por supuesto –Jem se encogió de hombros–. Tu abuela jamás permitirá que el pueblo escuche tales improperios venidos de tu parte. No se vería para nada bien.

–Bueno, espero que esa presión funcione –refunfuñó Ash encogiéndose de hombros.

–Ahora solo tenemos que...

Dos toques en la puerta interrumpieron lo que fuera a decir el director. Jem suspiró pesadamente antes de aclarar su garganta y hablar con fuerza.

–Pase.

Raphael entró y miró a Jem con enorme preocupación.

–Su majestad La Reina ha llegado –anunció.

Ash y yo nos miramos aterrorizados.

Jem nos lanzó su típica sonrisa tierna y llena de sabiduría.

–Tranquilos chicos, todo estará bien, nada malo pasará.

–Sí, pero ahora se define nuestro futuro –habló Ash con desánimo–. Sabremos qué demonios ocurre, o renunciaremos a la corona... bueno, Magnus...

–Y tú también, porque si Magnus no acepta, es decisión tuya hacerlo o no.

–No lo haré –determinó Ash. Jem se acercó a él para acariciarle delicadamente el cabello.

You will not get me (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora