Un esfuerzo común

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  "Coraje, del francés antiguo corage compuesto por la raíz cor o cour, significa: corazón. En este sentido, coraje es aquel que, tiene fuerza o se esfuerza de corazón".

—¡¿No entiendes que no puedes salir de noche como si fueras una hija de cualquiera?! ¡¿Qué pasa si alguien te toma a la fuerza?! ¡¿Sabes que tendrías que casarte con un don nadie si eso pasa?! ¡Con un indigno de tu posición!

—¡¿Porque me casaría con un abusador?! —contestó salvaje y sin atisbos la joven sonrojada de furia por lo ilógicas que sonaban las palabras castigadoras de su padre.

—Porque nadie más te querría tomar si fuiste usada por imprudente, no seas ignorante, querida —defendió su madre.

Neare no podía creerlo. Se quedó parada con los pies enterrados en el medio del salón en el que discutía con sus padres por haber sido descubierta en la plaza saliendo a solas de la casa de uno de sus mejores amigos, el hijo de una de las tantas familias con linaje militar en el pueblo que se dedicaban y debían su fortuna a la venta de armas.

—¿Usada por imprudente? —repitió con la voz cargada de ironía—. Debo admitir que este es un nuevo nivel en su rendición, madre.

—¡Cállate! ¡Cállate de una vez, mala hija! Eres la futura reina, y vas a comportarte como tal, aunque tenga que partir todos los palos del reino sobre tu espalda, ¿entiendes? No voy a permitir que arruines nuestra entrada a la realeza por tus caprichos —advirtió su padre tomando de una esquina del salón un largo y pesado palo de madera con el que solía castigar a Ohm en su niñez y hasta a Kao cuando su padre salía a la guerra.

El hombre se acercó intimidante a la joven, pero esta no retrocedió. Se plantó frente a él y alzó tanto la cabeza que su barbilla apuntaba insolentemente.

—Hágalo entonces. Lo único vergonzoso que he hecho en mi vida ha sido obedecerle y ahora me trata como si toda mi vida hubiera sido una ramera.

—¡Neare, por Dios! —exclamó su madre, escandalizada por su lenguaje y su falta de respeto hacia la cabeza de la familia.

—¿Qué? ¿Qué he dicho mal? Es así como me está tratando, como si hubiera hecho con mi amigo lo que esas mujeres de los burdeles hacen con él-

La tosca mano del hombre se marcó con furia sobre la delicada mejilla de la muchacha y está cayó al suelo mareada por la intensidad del golpe.

Su madre quiso abalanzarse a su lado para asegurarse de su bienestar, pero un gruñido de su esposo la hizo detenerse en seco y encogerse en una esquina del salón.

—¡¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma?! —vociferó ofendido.

Neare quería seguir llevando la contraria. No por rebeldía, sino por expresión, mas el sabor a sangre por primera vez en su boca, se lo impidió.

—Ni siquiera pienses en levantarte de ahí, jovencita —amenazó su padre al ver a la joven tratar en vano de ponerse de pie—. Estoy harto de tu mala actitud y voy a corregirla ahora mismo —dijo levantando el arma que sostenía en alto para azotarla.

—¡No se le ocurra ponerle otra mano encima! —interrumpió el hijo mayor de la familia entrando abruptamente para arrebatarle el palo a su padre y arrojarlo con tanta fuerza que el suelo donde se estrelló se vio dañado.

Ohm se acercó a su hermana para ayudarle a ponerse de pie sosteniéndola del brazo y pasando un brazo por su cintura. El cabello negro de la muchacha caía sobre su rostro hasta que el mayor se lo apartó para visualizar el daño causado. La mejilla nívea de la joven se había tornado rojiza y algunas partes comenzaban a verse verduzcas.

Sickness [OhmFluke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora