Sickness [OhmFluke]

Rebasando las ataduras

 "Trascender, del latín transcendere, significa: 'rebasar subiendo', 'rebasa', derivado de scandere 'subir." 

Al salir de la habitación dorada, la realidad de estar huyendo de la vida, física, moral y espiritual que les había sido ofrecida hasta ese momento, emergió salvajemente. La mentira de la vida provisional, aquella de la que no se atrevieron a salir durante tantos años, estáticos y temerosos de tomar la responsabilidad de buscar su libertad por todos los medios posibles, se derrumbaba con cada uno de sus pasos.

Correr por los largos y obscuros pasillos se sintió para todos como irse despojando de una pesada armadura y, con cada paso que daban, una parte de las etiquetas y los títulos que cargaban se iba cayendo, desmoronando por completo su sentido de pertenencia a una sociedad sumisa que se dejaba gobernar por una realeza que no los representaba.

El palacio, siempre imponente e imperturbable, se encendía en un caos vulnerable impensable de presenciar.

Los guardias corrían de un lado a otro lanzando miradas furtivas, escandalizados por hallar a la reina inconsciente y a la virreina colérica, pero solo los más ambiciosos, los que estaban cegados por la voracidad de poder, se atrevían a tratar de detenerlos. Sin embargo, el valor de aquellos perseguidos desesperados los bañó de una energía imposible de volver a aprisionar.

Fluke y Ohm dirigieron el camino hacia la parte trasera del castillo, arrojándose entusiasmados contra los osados que planeaban estropear su andar para abrir paso a Earth, que cuidaba de la información que cargaba y de las dos damas que los acompañaban.

Con los puños amoratados y los pulmones adoloridos por la falta de aire, todos llegaron a donde el carruaje escondido los esperaba.

Durante segundos que parecieron siglos, el silencio envolvió la agitación y la confusión de sus almas casi liberadas.

Rompiendo la burbuja surrealista de los acontecimientos, Ohm fue el primero en avanzar en medio de la obscuridad y arrojarse asustado hacia su hermana, a quien abrazó con tanta fuerza que la joven terminó tosiendo por falta de aire—. ¿Estás bien? ¿Te hirieron en algún lado? ¿Qué estabas haciendo? —cuestionó liberando el agarre, inspeccionando con sus manos sus mejillas y sacudiendo con ellas después sus hombros, en busca de respuestas—. ¿Qué hiciste, Neare? Tienes que volver a casa y quitarte esto —ordenó observando sus ropajes poco apropiados.

—Ohm —llamó en un hilo la muchacha.

—Cuando llegues ahí, cuéntale todo a Kao. Él podrá planear una coartada para ti.

—Ohm, cálmate, estás al borde de la histeria.

—¿Calmarme? ¡Van a matarte, tonta! Tienes que regresar a la hacienda y quitarte esto antes de que te inculpen o traten de torturarte —insistió sacudiendo de nuevo.

—Van a hacerlo de cualquier modo.

—¿Qué?

—Ohm —lo llamó afectuosa—. Golpeé a la virreina, la reté y le ayudé a Earth a encerrarla —confesó impasible—. Sabes que no perdonan, voy a morir si me quedo y prometiste que irías conmigo...

El mayor tardó en caer en cuenta de lo que su hermana decía y, finalmente, se giró a encarar al príncipe más joven—. Sabía que ustedes dos se traían algo entre manos, pero no imaginé que fuera el hecho de estar involucrando a mi hermana en un plan casi suicida.

Earth negó ensimismado—. No hay tiempo para esto. No la obligué, pero aún te dejaré golpearme por no detenerla si salimos vivos.

La doncella asintió a sus palabras—. Tiene razón, no hay tiempo y yo estuve de acuerdo en esto, ¿vas a dejarme ahora? ¿Volveremos juntos a casa? —preguntó tratando de hacerlo entrar en razón—. O, ¿dejarás a Fluke?