¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ese en definitiva no era su mejor día, debía admitirlo. El lo sabía, solamente con verse en el espejo se le veía mal, como si fuera un muerto.
Y ahora, con el andar más fofo y a paso suave el chico con ojeras caminaba por las calles; las cuales estaban repletas pero aún así, el sentimiento de soledad lo seguía a cada paso. Ese día no había ido con nita, ni el anterior, ni el anterior de él anterior. Y aunque excababa entre lo más profundo de sus sentimientos todavía no lograba entender el porqué de sus actos.
Aquel beso que le había dado a modo de "venganza" le había hecho sentir mil cosas que nunca había experimentado.
¿En serio había sido a modo de venganza o acaso era sólo una absurda excusa?
Paso las llemas de sus dedos por sus labios, haciendo que recordará ese acto otra vez; como lo había estado recordando noches anteriores, tan fresco y vivaz junto a ese cosquilleo que volvía al recordarlo.
Y se preguntó: ¿ella habrá sentido lo mismo? Y mucho más allá de eso, ¿porque le tomaba tanta importancia?
Una mano se posó en su hombro, sacándolo de su reflexión, por un momento pensó que se trataba de ella, pero no era así. Al voltear, en vez de ver a aquella chica de sombrero de oso se encontró con su compañera legendaria y su amiga más cercana; rápidamente su cara de alegría cambió a una pequeña mueca de decepción.
—hey, ¿estas bien? —preguntó la chica con la voz más calmada que tenía, dejando de lado la pequeña mueca que había hecho el contrario.
El chico sólo se limitó a asentir, para después dar media vuelta dispuesto a marcharse, pero la mano de la chica impidió que siguiese con su camino.
—no te ves bien, ¿quieres ir al bar de barley y hablar?
Preguntó un tanto preocupada la amante del fuego; sandy sólo se limitó a asentir, después de todo, hacia mucho tiempo que no hablaba con ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Barley se les acercó con esa característica "sonrisa" para tomar sus pedidos, la chica ordenó una cerveza y el, al ser menor de edad pidió una malteada de chocolate con caramelo.
