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Haz algo bonito por ella; no se preparale algo que le guste.
Ha paso lento caminaba por un pequeño sendero, sin prisa alguna, con una pequeña canasta en mano, sintiéndose realmente alegre; extrañamente pensando en una pequeña fábula relacionada con canastas, bosques e animales salvajes que te pueden devorar.
Les pondré un poco de contexto. ¿Okey?
Poco le había aconsejado que hiciera algo para nita, como llevarla a comer; pero eso le sonaba a cita y tampoco le agradaba mucho la idea de estar rodeado de tanta gente, quería pasar un rato a solas con ella. Así que ese día se había levantado temprano solamente para ir al restaurante de barley y pedir un gran plato de spaghetti, recordando que en algunas de sus charlas triviales nita le había dicho que era su comida favorita.
Había llevado una manta a rallas e algunos sandwiches preparados por el mismo, ya que la cocina no es mucho su fuerte; y si, sabia que eso era algo demasiado "cliché" pero hasta ese punto era su mejor idea.
Llegó al mismo lugar de siempre, notando que nita no se encontraba todavía allí.
"perfecto" fue lo único que pensó a la par que sacaba lo que traía en aquella cesta y acomodar todo lo más bonito que pudiera.
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—y dime, ¿que te parece?
En ese momento se quedó sin palabras, solamente miraba esa escena incrédula. Frente a ella se hallaba sandy sentado en una manta a rallas rojas, con varios cojines dispersos y una pequeña cesta en medio.
Su estómago gruñó al verla.
camino directo al chico, sentandose justo frente a él, todavía con la boca un poco abierta.
—¿tu hacer esto para nita? —se señaló con el dedo ella misma, un poco sonrojada, nunca nadie le había hecho algo similar.
—claro, ni modo que sea para mí —sandy rio por su comentario mientras metía su mano a la cesta para sacar un plato —¿Quieres?
Solo asintió con estrellas en sus ojos: spaghetti su comida favorita.
—a sandy no importarle que nita coma con las manos —preguntó ladeando un poco la cabeza, aunque en realidad la respuesta no iba a influir mucho.
—cóme como quieras.
No lo tuvo que repetir ni dos veces y nita ya devoraba velozmente la comida, como si hubiera estado en ayunas. Sandy simplemente se limitó a observarla con una leve sonrisa a la par que agarraba uno de sus sandwiches.
—¿sandy querer? — preguntó con la boca todavía llena, extendiendole con su mano un bonche de spaghetti, había notado como el otro la estaba observando y pensó que talvez se le había antojado.
—No te preocupes, con un sandwich tengo —señaló levantando e agitando el sandwich para después darle otra mordida.
Un silencio se hizo a la par que los dos comían; nita concentrada en su plato y sandy, en nita.
—y dime, ¿porque comes con las manos? —hablo finalmente para romper ese silencio, buscando un tema de conversacion.
Lamio sus manos, quitando la salsa que se encontraba en sus dedos para después hablar; raramente ese acto le pareció elegante al ojeroso. —nita pensar que tenedor no tener potencial para comer, si nita tiene dos manos ¿porque no usarse para comer? Además, los tenedores son raros.
Una mueca apareció en la cara de la contraria tras soltar lo último, una sonrisa se formó en su rostro.
—me parece interesante... —habló para boztesar, al parecer el sueño restado volvía exigente — creo que... es hora de relajarse...
Se acostó en las almohadas desperdigadas sobre la manta, mirando el cielo. Nita se acercó a él, imitando su accion.
—sabes, esa se parece a un oso —dijo a la par que señalaba una nube con la forma antes mencionada.
Nita ladeo la cabeza, tratando de buscar la forma antes dicha, encontrandola después de un rato.
—y esa parecer una estrella. —la otra respondió, señalando con su dedo un punto en el cielo.
Volteo hacia dónde el dedo contrario apuntaba y en efecto ahí estaba.
El momento era pacifico, dulce y acolchonado cuál algodón, pero una duda entró en el cual dolor de muelas.
Y pensó que era mejor dejar caer la bomba a no poder dormir.
—nita...
—¿si? —la mencionada volteo hacia el, aún acostados los dos sobre la manta. Realmente sentía que moría, otra vez su cercanía era escasa y realmente tenía miedo de empeorar las cosas.
—¿tu de casualidad sabes que es el amor? —pregunto quedito, levantándose para después sentarse, abrazándose a el mismo por la vergüenza e incertidumbre que sentía.
—¿amor? —puso un dedo en su mentón, tratando de encontrar una respuesta que no había— ¿que ser amor?
Iba a contestar la pregunta cuando el sonido de una campana retumbó entre todo el bosque, al aparecer el ruido era familiar para la chica, que rápidamente volteo hacia la lejanía.
—nita tener que irse— rápidamente se levantó y salió corriendo —¡adiós sandy!
Fue lo último que le dijo al salir corriendo.
. . .
Otra vez se habia quedado con palabras en la boca.
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Hey, que tal?
Les voy a ser sincera me gustó este capítulo, lo podría poner en mis "favoritos", pero bueno espero que les haya gustado.
Si hay faltas de ortografía díganme por favor, aveces el autocorrector es una bendición y otras una maldición TnT
