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Corría en cuatro patas a todo lo que daba, esquivando rocas, árboles y una que otra rama; en serio hasta ella misma estaba sorprendida por la velocidad en la que iba. Se le hacía realmente tarde y no quería hacer esperar más a su dormilón amigo.
Unos cuantos segundos y ya se encontraba ahí, frente a ese gran árbol y, grata fue su sorpresa al ver a cierto chico de ropas raras dormir bajo la sombra qué aquel árbol proporcionaba. Tan pacifico, como si el tiempo no existiera para el.
Una sonrisa maliciosa se asomo en su rostro junto a una idea que había llegado a su mente para molestar a aquel reposado chico, en verdad que era una genio de la maldad.
Recordaba el cómo jessie aveces molestaba a su hermano con besos en la mejilla y como este último reaccionaba tan gracioso y, pensó, ¿porque no? Después de todo solo era una pequeña broma.
Se acercó a paso lento, como depredador a presa y, al estar lo suficientemente cerca chocó agresivamentes sus labios contra la tersa mejilla de él chico. Sandy lo único que hizo fue despertar asustado, encontrándose frente a él a nita, con una sonrisa burlona, una que guardaría en su memoria.
—¿desde cuando estas aquí? —fue lo único que dijo el peli morado mientras se tallaba los ojos, intentando espantarse al menos un poco el sueño.
—Nita apenas llegar. —dijo para después sentarse al lado de su compañero.
La tarde pasó rápida entre historias y alguno que otro juego, pero en ningún momento sandy le reclamo por la pequeña broma que le había hecho; eso dejó extrañada a nita pero, después de un rato, solamente lo dejó pasar.
Vio al de cabellos morados levantarse de su lugar y ella, a regañadientes, imitó dicha acción. Era una de las partes que menos le gustaba del día, despedirse de su amigo.
Se le acercó de forma rapida para abrazarlo o más bien estrujarlo como ya era su costumbre cuando se despedía, pero está vez, el abrazo fue diferente; un pequeño beso, casi un rose fue proporcionado en su frente por parte del contrario, como cuando papá bo le daba uno antes de dormir. Solo que, de forma rara, este se sentía diferente, por alguna extraña razón su corazón latía rápido cual gacela y sentía toda su cara arder con intensidad.
¿Como el mismo acto se puede sentir tan diferente?
Y sin todavía asimilarlo bien un pequeño susurro la hizo despertar al mundo: "esa me la debías", fue lo único que le dijo el chico vestido de violeta para después alejarse casi corriendo y, cuando estuvo a una distancia de como diez pasos lejos de ella se volteó.
—adiós nita, nos vemos luego.
Fue lo último que dijo sandy después de despedirla con la mano y regalarle una última sonrisa. Nita no hizo nada, no regresó el saludo ni le sonrió.
Y ahí estaba ella, con la cabeza hecha un lío, las piernas como gelatina y con el corazón todavía acelerado solo por ese pequeño acto.
Pero sin todavía entender del todo el porqué.
Se hacía tarde, debería de volver a casa; tal vez contarle a León, tal vez el le podría explicar algo. Si, eso haria.
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Capítulo pitero lo se, pero juro que lo mejorare solo que ahorita no joven xd.
Also...
Como le dices a tu papá que no enjuagaste el arroz por estar leyendo una historia de robots jotos?
