ҽղαตօɾαղժօԵҽ; ⁿⁱᵗᵃˣˢᵃⁿᵈʸ

Hallowen

El toqueteo constante de la puerta obligo a león levantarse del sofá y atender a el llamado. Agarrando un tazón de dulces que se encontraba en una mesa junto a la entrada, decide antes tomar un puño de caramelos y gurdarlos en su sudadera para engullirlos después.

Abrió la puerta con una mueca de fastidio en su rostro, odiaba que lo dejaran encargado de repartir sus preciadas golosinas a gente la cual casi ni conocía.

—feliz halloween... ¿¡Sandy!? —sus ojos se abren y casi tira el tazón al suelo al ver a él chico ahí en la entrada de su hogar. Aunque ya se esperaba que el llegara, león hubiera deseado que mejor se quedara el otro en su casa.

—oh, hola león, genial disfraz. —menciona alagador, esperando que con eso el otro no le cierre la puerta en la cara. —¿esta nita? —pregunta casi al instante, notando cómo al mencionar aquel nombre león frunce el ceño molesto. Eso nunca cambiaría.

El de capucha estaba apuntó de darle un portazo y mandarlo a volar pero solo no lo hizo al sentir curiosidad ante la ropa que traía el otro. Examinando con más atención el disfraz de sandy, que solo consistía en un simple overol de mezclilla con una camiseta roja y una gorra del mismo color; sus neuronas trabajan al mil, intentando recordar donde ha visto peculiar vestimenta y, finalmente llega a una imagen mental que nunca, ni en sus "peores pesadillas" penso.

—espera... Estas vestido de... No, oh no. —habla enredado, intentando acomodar sus ideas, intentando no perder su paciencia.

—así es, cuñado. —dijo burlón, hechando más leña al fuego, viendo como el otro legendario casi soltaba humo de sus orejas al tan enojado que estaba, acción que le provocó risa; y pensar que en su momento había temido de él.

Un silencio mortal se hizo presente, león con todas sus fuerzas cerró la puerta, intentando dejar afuera al de vestimenta roja, pero era ya demaciado tarde puesto que sandy se había avalanzado a la entrada mucho antes de que lograra dicha acción, ingresando así a la casa.

El de capucha estaba que lo extrangulaba en ese momento. De hecho ya tenía las manos en el cuello del contrario, pero la presencia de su hermana hizo que se detuviera de forma rápida.

—¡nita estar lista! —se anunció nita desde las escaleras; la chica traía un vestido rosa largo junto a unos guantes blancos y, por petición del egipcio, se había quitado su gorrito, sustituyendolo por una pequeña corona.

Y oh Dios, León estaba apuntó de cometer el peor crimen de odio hacia sandy. Y sandy, pues, el sólo pensaba en sus cosas de enamorado, ignorando su posible muerte.

Rompiendo la rara atmósfera, nita literalmente baja las escaleras de un salto, siendo atrapada de forma casi milagrosa por el de pelo morado.

—te ves genial. —mencionó el de ojeras para darle un pequeño beso en la frente, acto que la hizo sonrojar y apartar su mirada avergonzada; acto que león no tomó del todo bien e incremento su rabia.

—no, no, no, ustedes no salen de esta casa. Sandy si, pero nita no. —dictó enfadado el de traje de lobo para ponerse enfrente de la puerta a modo de barricada.

Nita y sandy se voltearon a ver, aburridos ante el melodrama que siempre hacía León cuando sandy la iba a ver.

—wow chicos que geniales disfraces, de aseguró conseguirán muchos dulces. —y ahí estaba, su Salvador, su faro entre la oscuridad, brock había llegado en el momento indicado para calmar las aguas. —verdad que se ven geniales bo. —dijo animado, dándole unos suaves codazos al mencionado en su hombro.

El de gorra de águila le dirigió una mirada asesina a sandy para después asentír casi obligado. Acción que hizo reír a nita por lo bajo.

—bueno, este es momento genial para una foto. —menciono brock animado mientras sacaba una cámara de su chaleco. —digan queso.