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La luz lunar atravesaba las finas cortinas de seda, las cuales se movían por la leve pero fría brisa del desierto.
Otra vez sandy no pudo dormir, ya había aceptado ese cruel destino, así que, resignado y sin nada mejor que hacer se digno a admirar las estrellas fosforescentes que se encontraban pegadas en su techo, un tanto infantil a decir verdad, pero era el único recuerdo de su niñez que guardaba con fervor en su corazón.
La duda lo carcomia, las preguntas no dejaban de sonar dentro de él. Y todas apuntaban rumbo a esa niña.
Ya cansado de estar acostado (palabras que nunca pensó decir) caminó a paso lento a la pequeña ventana de su habitación. E allí, contemplo por unos minutos la luna, tan brillante, tan pura, tan nita.
Nita
Y pensó si tal vez, la chica que ahora robaba sus suspiros también se encontraba admirando el mismo cielo, quizás hasta pensando en el.
—Oh vamos sandy... ¿Es en serio? — exclamo al aire frustrado por su cursi pensamiento.
Entre suspiros cansados y desánimos dados por el mismo, otro pensamiento le llegó; hacia mucho que no iba a ver a nita. Probablemente ella estaría enojada con él.
Pero, ¿como culparlo?
Sentirse miserable le había hecho consumir demasiado tiempo. Tenia que arreglarlo, de alguna forma.
Camino rumbo a una mesita, algo rústica, pero aún así tenía un toque encantador; prendió la pequeña luz de noche y, después de sentarse, agarrando lápiz y hoja, decidió escribir una carta para nita, una en donde acordarán un encuentro.
Después de largos intentos, borrones y frustraciones, llegó a una carta que a su parecer estaba bien. Pero ahí una duda le llegó ¿que tal si la carta llegaba a manos ajenas? Aun que eso era poco probable decidió ser precavido, así que para evitar tal escenario la firmó como "adivino", eso bastaba.
La dobló y guardo en su bolsillo, pero antes de pararse otro pequeño papel hizo su aparición, lo tomó entre sus manos extrañado, todas las cartas anteriores las había tirado y estaba seguro que no se le olvidaba ninguna; después de pensar un largo rato sobre cuál sería su contenido recordó que era la misma que le había dado el mariachi de brawl topia, y el pensando que la había perdidio.
La dejó en el lugar que estaba antes, desde que se le fue entragada no la abrió.
¿Quizás por miedo?
Lo más seguro era que si, todavía no se acostumbraba a sus sentimientos y aún más, no sabía si iba a poder hacer lo que decía esa carta.
Ya sin mas rodeo, salió de su casa sin importarle la hora, era mejor hacerlo en el calor del momento antes de que se acobardara.
Después de casi una hora de caminar llegó al lugar; guardo la carta debajo de una roca para que no se la llevara el viento o algún animal, pero estaba a la vista para que quien pasara al lado la viera. Con la misión cumplida retomo camino a su hogar, pensando que había hecho lo correcto.
Y al llegar, literalmente, se tiro sobre su cama importandole menos el ruido que había provocado dicha acción.
Sintió como la cama lo abrazaba y se acomodo entre las finas sabanas, tan cálido como un abrazo de verdad. Dio un último vistazo al techo, viendo cómo esas estrellas se volvían cada vez más borrosas.
Fue en ese momento que supo que ese día iba a dormir.
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Saben, apenas me di cuenta de que mi historia es como una serie de One-shots pero seguidos, no se si me entiendo xd.
Pero bueh-
Como la pasaron en San valentin; yo la pasé sola como siempre 😎👊
Also... Una duda.
¿Les está gustando esta historia? Y si no ¿porque? Realmente me gustaría saber su opinión.