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Revisaba y rebuscada en esa pequeña habitación, tratando de allar algo, lo que sea, algún mínimo indicio de donde podría encontrarse su pobre hermanita.
Sentía el sudor recorrer su cara y cada momento se le hacía eterno, realmente parecía un desquiciado.
Y, ¿como no estarlo?, ¿Como no estar preocupado por perder a tu hermana?, ¿Sin saber en qué momento o porque siquiera se fue?
Esa noche, esa(ˡᵒ ᵠᵘᵉ ᵉⁿ ˢᵘ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ ˡᵉ ʰᵃᵇⁱ́ᵃ ᵖᵃʳᵉᶜⁱᵈᵒ) "tranquila" noche, se había levantado con la intención de tomar agua y ya de paso ¿porque no ver como se encontraba su adorada hermanita?, algo dentro de él le gritaba que fuera a verla, por razones extrañas y que en su momento no entendía el porque.
Subió las escaleras después de haber saciado su sed, escuchando como la madera abajo de su pies hacia demasiado ruido; abrió la puerta lentamente e ahí, vio el pequeño bulto arriba de la cama. Se acercó a paso silencioso, viendo como al parecer nita tenía frío, ya que, estaba arropada hasta la cabeza, la destapó un poco con la intención de darle un beso en la frente de buenas noches.
Pero,¡oh sorpresa!
Le terminó dando un beso a una almohada, aturdido y asustado por lo que pudiera pasar fue y levantó a sus padres para buscarla.
Entonces ahí estaba el, revisando en la habitación de nita para ver si encontraba algo. Movió un gorro y de el salió una pequeña hoja de papel.
—¿y esto? —preguntó extrañado mientras lo levantaba del suelo.
Lo abrió y leyó, sabiendo que estaba irrumpiendo en la privacidad de su hermana. Su ceño se frunció y su cara se volvió roja de la rabia.
Nita tenía que dar varias explicaciones.
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