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Un suspiro frustrado salió de sus labios junto a una mueca. Su mente divagaba sin descanso, realmente confusa. Incluso sentía un leve dolor de cabeza a tanto pensar.
Nita no era de entender muchas cosas, la lista era larga, pero ahora tenía que sumar otra cosa mas: sandy.
Y es que, en un intento de entender porque, su día había sido, literalmente, en recordar todo lo que había vivido junto al peli-morado y, por razones raras e inentendibles, su corazón latía con fuerza al recordar cada pequeño detalle.
No sabía porque nunca lo había notado, sandy era realmente lindo.
¿Lindo?
Nunca había dicho esa palabra en alguien más que no fuera bruce, aunque era un lindo diferente, no como bruce si no como... ¿Sandy?
Sus pensamientos no la estaban llevando a ningúnlado.
Tenía que hablar con León.
Bajo a paso lento hacia la sala, viendo si papá bo no se encontraba por ahí, notando que efectivamente el mayor no se hallaba en casa; no le quería contar sobre eso, por alguna razón.
E ahí encontró a su hermano el cual nada más veía televisión. Se acercó a paso rápido hasta el sillón donde estaba el otro para acostarse en sus piernas, esto en un intento para llamar su atención.
–León, nita querer hacer pregunta. –dijo la azabache para dar un suspiro cansado.
El mencionado no le hizo caso, su serie se estaba poniendo interesante. La conocía muy bien, a lo mejor le iba a preguntar que porque hacía popo. No quería explicarle sobre eso.
Pero los quejidos de su hermana eran más fuertes que el volumen del aparato, así que rendido, lo apago. Soltó un suspiro de frustración y despues la volteo a ver realmente enojado.
–ya dime, que quieres...
Pero se detuvo ahí, una imagen que le dolió hasta el alma se mostró frente a él, su hermana, su querida y alegre hermana se encontraba "casi al borde del llanto" . Rápidamente se paro de un salto, haciendo que la chica se golpeara la cabeza contra el sillón por el acto rápido.
—¡dime quien fue el imbecil que te hizo eso! – grito el de capucha realmente enojado mientras levantaba un puño. —¡te juro que lo mato! .
—nadie hacer nada a nita. –contestó en un tono tranquilo, levantandose del sillón mientras se sobaba la cabeza por el golpe.
–entonces, ¿que pasó? – preguntó el chico mientras se volvía a sentar a su lado ya un poco más calmado que antes por las palabras anteriormente dichas por su hermana.
