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Cada segundo que pasaba, era cada segundo en el que crecía su rabia.

Leon tomó el impulso suficiente y, con todas sus fuerzas lo golpeó, una y, otra y, otra y otra vez.

Se sentía como un tonto golpeando esa pared, pero pensaba que era mejor descargar su furia con eso a que ir y cometer una barbaridad.

Se sentía herido y traicionado, ¿Ya había mencionado que se sentía enojado?, bueno no importaba, también se sentía enojado. 

Leon le había abierto las puertas de su hogar, le había compartido de su pizza y galletas, ¿Y como le pagaba Sandy? Escupiéndole en la cara como todo un traidor.

Por qué para él eso era, un traidor.

—maldita sea. —soltó con rabia, estirando sus dedos, intentando que el ardor de su mano disminuyera.

Dio una última mirada enfadado a la pared, imaginando que era aquel chico de arena. Volvió a tomar impulso, esta vez alzando uno de sus pies, listo para soltar una patada e intentar descargar hasta la última gota de su rabia.

—¿Leon?...

El mencionado detuvo su pie centímetros antes de que choque contra la pared de aquella casa extraña. Volteó iluso hacia dónde ha venido esa voz y se encuentra con otra persona a la cual no ha querido ver.

—¿Qué es lo que haces? —pregunta la mecánica extrañada, dejando las bolsas del mandado en el suelo, sin importarle mucho que se ensucien.

Leon se queda sin palabras y entra en desesperación cuando ve que las intenciones de la chica es acercarse a él para hablar. Ya ha dejado de sentir rabia, ahora solo siente nervios.

—A-ah que, ¿Me hablas a mi? —suelta con la voz nerviosa, terminando con una extraña sonrisa. La chica simplemente asiente, esperando una respuesta. —pues... Espera, no es tu asunto Jessie.

Jessie se queda atónita ante la respuesta dada por el camaleón, a primera vista parece que él estuviera enojado con ella por meterse en lo que no, pero sabe que no es así, ella sabe que el sólo finge que es así para que lo deje en paz.

—¿En serio, Leon? —cruza los brazos y alza una ceja, dos pueden jugar ese juego.

Leon solo suspira y gruñe, no le queda más opción que hablar.

—esta bien... —por alguna razón se siente tonto por lo que va a decir y, en realidad, no entiende por qué. —lo que pasa es que el maldito traidor de Sandy me dijo que le gusta mi hermanita y eso nunca pasará, no mientras yo viva.

Jessie solo asiente pensativa ante tal revelación, no sabe mucho qué decir pero si sabe que lo tiene que calmar, porque si no, lo más probable, es que alguien saldrá lastimado.

—¿quién es Sandy?, ¿acaso no es el chico de la pijamada? —Leon solo asiente enojado, confirmando así su pregunta. —pues la verdad no le veo lo malo...

—¡pero es que no lo entiendes!, ¡Nita es muy pequeña como para eso!

La pelirroja lo mira con cara de pocos amigos y suspira pesado, acercándose un tanto más.

—Leon, yo tengo la misma edad de Nita; entonces, ¿soy muy pequeña como para hablar de un "nosotros"? — toma suavemente las manos del chico, mirando donde supuestamente están sus ojos, intentando no asustarlo. Leon solo traga fuerte, sintiéndose como una gelatina.

ҽղαตօɾαղժօԵҽ; ⁿⁱᵗᵃˣˢᵃⁿᵈʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora