Entre Tu Y Yo

Un día más

Capítulo 25

Zoé

Tenía tantas cosas que hacer que ni siquiera sabía por donde empezar, tendría que buscar de nuevo un solicitud para poder tener una habitación en la residencia de la facultad y las convocatorias hacía mucho ya habían cerrado, papa estaba enfadado y había pospuesto su visita a Londres por razones de negocios, a mi eso solo me sonaba como una excusa de enfado, sabía perfectamente que no cambiaba su itinerario tan fácilmente.

Luke me llevo con la secretaria de la facultad que también se encargaba de asignar la habitación de la residencia, para que habláramos y llegáramos a un acuerdo en el que yo pudiera entregar mi solicitud antes de que iniciara el semestre.

Al entrar en el campus de la universidad Luke me dirigió hasta la oficina que yo buscaba, habíamos reservado una cita con la secretaría para que fuera más directo ese asunto que me urgía resolver.

— Buenos días, ¿puedo ayudarte con algo?— me preguntó en cuanto pase la puerta con una carpeta bajo el abrazo.

— Hola... eh... Si, llamé esta mañana para hacer una cita a las 3:30— dije un poco nerviosa.

— ¡Oh! Claro, tu debes de ser Zoé ¿No es así?— dijo amablemente.

— Correcto esa soy yo.— contesté

— Bueno dime querida ¿Qué sucede? 

— Ayer no pude entregar mi solicitud para la residencia, me parece que ayer era el último día y pensé que quizá tu podías hacer algo.— dije esperanzada.

— Lamento decirte cielo que justo hace media hora acabo de entregar la última habitación que me quedaba disponible, la alumna que la obtuvo se matriculo de último momento y al no tener tu solicitud se le cedió a ella.— dijo firmemente sin dejar de lado su amabilidad.

— Tengo otra duda.

— ¿Dime?.— contesto.

— ¿El semestre que entra tienes algo libre?

— Lo lamento pero no tendré nada libre hasta el próximo año, ya sabes como funciona esto, papeleo y papeleo, muchas veces las residentes deciden alquilar un piso entre 4 o 5 quizá puedes hacer eso con tus amigos.— contesto tratando de darme más opciones al ver la pena de mi rostro.

— Ya... Solo soy yo, mis amigas están en el otro lado del mundo, gracias por tu tiempo.— dije decepcionada.

Salí de la oficina y Luke se aproximo a mi para escuchar las noticias frescas.

— ¿Y?— preguntó.

— Nada... No hay nada que hacer y no tiene habitaciones hasta en próximo año.— conteste afligida.

— Bueno seguro que podemos hacer algo como alquilar un piso para ti— dijo Luke.

— Papá nunca me alquilaría un piso sin más, menos en otro país y sin ningún tipo de cuidado adulto.— dije

Fuimos hasta el piso de Luke de nuevo, subí hasta la terraza y trate de sobrevivir antes de que Papá llamara, cuando el momento llegó me dijo que estaba molesto y que no podía vivir sola así que hablaría de nuevo con sus contactos para ver que podían hacer conmigo.

Por fin agarre mi Kindle y seguí leyendo, no había nada mejor que un buen libro ante una gran preocupación, me perdí entre las maravillosas páginas de V.C Schwab leyendo «La Vida invisible de Addie Larue» El libro era muy bueno, me entretuvo durante toda la tarde, a Luke lo habían llamado de la compañía para la que trabajaba porque habían algunos problemas con los planos que se tenían que arreglar, no sabía a que hora iba a regresar, pero tampoco note mucho su ausencia, cuando se lee un libro que realmente merece la pena, no te das cuenta de donde estas ni cuanto tiempo  a pasado. 

Cuando la claridad del día ya se estaba agotando decidí que era mejor entrar de nuevo al piso, en la terraza la pasaba muy bien, pero sin duda dentro había menos frío. Me dí una ducha para relajarme y olvidar un poco todo el estrés que tenía bajo mis hombros. Cuando salí de la ducha olí un olor exquisito, me vestí y al salir de la habitación ahí estaba Luke en la cocina, estaba cocinando unas verduras salteadas con soja, tenía muy buena pinta. 

— Entonces ya terminaste tu ducha.— dijo Luke.— Ven aquí.— me acerque hasta y el coloco sus manos al rededor de su cintura.

— ¿Cómo te ha ido?— pregunté.

— Mal.— contestó un poco decepcionado.— No estabas a mi lado.

Lo bese como si lleváramos semanas sin vernos, sentía como todo mi cuerpo se calentaba por dentro con tan solo rozar nuestros labios,nuestras lenguas jugaban en un vaivén incesante, Luke coló sus manos por debajo de mi camiseta y empezó a recorrer toda mi espalda, me apoyé en él cuando ya no me podía sostener yo misma por la intensidad del beso, nos detuvimos un momento para tomar aíre y continuar, mordí el labio de Luke cuando se le escapó un ruidillo ronco de lo profundo de la garganta, caminamos a tropezones hasta el sofá, me senté a horcajadas sobre el mientras el me tomaba por las caderas de nuevo y me pegaba más a él. Ambos hicimos una pausa cuando el teléfono móvil de Luke empezará a sonar, nuestros labios estaban muy hincados por esa guerra de besos que nos había dejado sin aliento.

Me separe de Luke para que pudiera atender esa llamada, cuando cogió el teléfono me pidió que no hiciera ningún ruido, aún teníamos la respiración entrecortada, él se alejo por unos minutos, yo apagué la estufa porque las verduras seguían ahí. Después de unos minutos el regreso con una cara que nunca supe descifrar