Entre Tu Y Yo

Haría cualquier cosa por ti...

capítulo 28

Luke

Zoé me había llamado entre lágrimas, estaba totalmente colapsada y me podía imaginar porqué, en dos días era su cumpleaños, y en tres días sería el aniversario de muerte de María, estas fechas eran las peores para ella le recordaban que no había podido estar con su madre en sus últimos momentos.

Me dolía pensar que no podía hacer mucho por tratar de curar ese dolor, esa era una herida que solamente ella podía curar, yo nunca en mi vida había perdido a una persona tan cercana menos a una madre y seguramente el día que perdiera a mi madre me partiría el alma.

Conduje cuarenta minutos para llegar hasta donde estaba Zoé, se había alejado mucho de casa, sin duda camino demasiado tratando de alejarse, estacione el auto a una cuadra de donde estaba Zoé, la lluvia era torrencial, seguramente llovería igual de fuerte durante varios días más, cuando cruce en la esquina la pude ver, estaba en el suelo, abrazaba sus rodillas con mucha fuerza y escondía la cara tras sus largas piernas.

Llegue hasta donde estaba ella y la rodeé con mis brazos.

—Todo estará bien, has pasado por esto ya años atrás, los años han pasado y aquí estas, estás viva... A pesar de todo llegaste hasta aquí, sé que te duele y que necesitas llorar pero el mejor lugar no es este, pillaremos un resfriado si nos quedamos bajo la lluvia más tiempo.

—Te necesito tanto...— musitó Zoé.

—Haría cualquier cosa por ti... y lo sabes.— susurré.—Te amo y siempre te amaré y estaré para ayudarte.

La ayude a que se parará y la guíe hasta el auto, en cuanto estuvimos a salvo de la lluvia le di una de las chaquetas que tenía en el asiento trasero.

—Gracias por... por venir a... a... a buscarme.— se aclaró la garganta.— Gracias por venir hasta aquí.

—Haría cualquier cosa con tal de que estés bien. 

Llegamos a casa tiempo después, encontramos un poco de tráfico en el camino, nos dimos ambos una ducha caliente para evitar un resfriado, ambos nos pusimos la pijama más caliente que teníamos, Zoé se acostó en su lado de la cama como siempre, pero se volteo hacía el lado contrarío dándome a espalda.

— Tengo una sorpresa para ti.— dije viendo hacía ella.

—¿A sí?— pregunto mientras se volteaba para verme.

— ¡Hey! ¿Por qué lloras?— pregunte. 

— No es nada.

— Que no es nada... Me lo dices a mi, el que te conoce tan bien como tu misma.— dije mientras bajaba cada vez más el tono de la voz.— el mismo que sabe cuando haces una rabieta para obtener algo, el que sabe que te encantan las duchas largas con el agua caliente pero no fría, sin llegar a tibia, pero tampoco hirviendo, el que sabe que cuando estas hecha un caos Lo único que te apetece es perderte entre un libro o pintar, el mismo que sabe cuales son tus debilidades, el mismo que vio tu primera presentación de ballet sin que tu lo supieras porque tenías tan solo 14 años y yo 19, te he visto toda mi vida y te conozco, sé que algo duele aquí dentro.— dije señalando con mi dedo índice. 

— Te quiero... Luke.

— La sorpresa que tengo para ti es un viaje a la cabaña de california.