❝𝖭𝗂𝗇𝗀𝗎𝗇 𝖺𝗓𝗎𝗅, 𝗇𝗂 𝗌𝗂𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝖺 𝖾𝗅 𝖽𝖾𝗅 𝖼𝗂𝖾𝗅𝗈 𝗈 𝖾𝗅 𝗈𝖼𝖾𝖺𝗇𝗈 𝗌𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖼𝗈𝗇 𝖾𝗅 𝖽𝖾 𝗍𝗎 𝖼𝗈𝗋𝖺𝗓𝗈𝗇, 𝖲𝗎𝗇❞
𝐘𝐀𝐍𝐆𝐘𝐀𝐍𝐆 ¦ Estaba confiado de que sus planes no podían fallar pero encontrarse con al...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Te dijo que iba a venir? —pregunté al mayor con aburrimiento, Yukhei miró su teléfono subiendo en sus mensajes rápidamente.
—Lo hizo, supongo que tal vez te vio y se fue corriendo...
Nos vemos interrumpidos en cuanto las puertas de la biblioteca se abren con poca amabilidad, la bibliotecaria no tarda en mirar mal a la chica que ahora usa un distintivo color púrpura en su cabello y que parece todo un solecito que ilumina el lugar con su actitud postiva y aquellas prendas de colores y texturas tan extrañas que la hacen resaltar entre la mayoría.
Aunque, Dongsun no tarda en lamentarse y darle una sonrisa dulce a la bibliotecaria en busca de su perdón a lo que esta rueda los ojos. Lee camina hacia acá, yo aprovecho para esconderme detrás de Lucas.
El cual por cierto resulta ser mejor escondite del que imagine.
—Lucas, my bro—saluda distintivamente pero en cuanto esta por chocar sus manos me asomo por la anatomía del mayor. La sonrisa de Dongsun se borra en cuanto su par de ojos de venado caen en mi—Omo...
—Llamame, CupidCas—el mayor alza sus manos con una sonrisa y me toma para sacarme de detrás suyo como si fuera un simple muñeco—Ahora digan lo suyo y terminen con un beso de amor, los veré desde allá—avisa señalando el segundo piso de la biblioteca.
—No es gracioso...
Noto el tono grave en el que Dongsun habla y tambien el sonrojo en sus mejillas, veo la incomodidad que salta de su cuerpo con tan solo oír a su mejor amigo. Lo entiendo, si yo estuviera en su situación también me daría vergüenza que Lucas dijera eso frente a la chica que me gusta y de la cual temo me rechace pero se que eso no hace falta.
Aunque por lo que Jaemin nos explicó acerca de las formas en las cual debía un hombre declararse a una mujer entendí que era mejor que el alto y bronceado de Yukhei se fuera y no me pusiera nervioso quedándose como un espectador.
Tomo la mano de Dongsun antes de que esta se rehuse o empiece a hacer preguntas, es casi como un secuestro excepto que...
Nah, si es un secuestro. Pero uno de amor, así que no necesitamos leyes que nos aprueben las acciones tomadas en esta situación.
Dongsun me sigue sin decir nada pero veo su mueca de querer escapar de ahí, yo suelto su mano en una de las esquinas de la biblioteca y la pongo frente a mi para abrir mis brazos de lado a lado. Espero cualquier reacción de Dongsun pero esta lo único que hace es verme como un loco.
—¿Qué haces?
—Marco territorio. ¿Ya te sientes intimidada? —pregunté con el ceño fruncido, Dongsun alza una ceja y una risa sale de ella a la par que parece darse cuenta de algo–¿Qué? ¿De qué te ríes?
—No es así, torpe. Es así—la chica rápidamente baja mis manos y me pone del lado contrario hasta que mi espalda choca contra el estante de libros.