1.

4.9K 339 240
                                        

Le di un golpe a la mesa levantándome de pronto y llamando la atención del resto de chicos que estaban sentados y habían dirigido su mirada fría hacia mi persona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le di un golpe a la mesa levantándome de pronto y llamando la atención del resto de chicos que estaban sentados y habían dirigido su mirada fría hacia mi persona.

—Me niego—solté directo.

—Lastima, pero no te estabamos preguntado, Liu. Ahora siéntate —Mary me miró con una sonrisa socarrona pero me negué a obedecerle.

—Mary...—Bin suspiró negando.

Le di otro golpe a la mesa y señalé a la rubia.

—No voy a trabajar para ti, es mi último año aquí y ni siquiera he escogido a la universidad a la que quiero ir.

—Lastima para ti, puedo darte unas opciones si quieres pero dudo que te interese estar con la alta sociedad—contestó de nuevo.

Me dejé caer en mi asiento y miré a los otros chicos que estaban ahí para decidir mi entrada en la sociedad de alumnos, cosa que no me interesaba en lo más mínimo pero había terminado involucrandome por lo genial que era y lo mucho que atraía la mirada de los cerebritos.

—YangYang, Mary tiene razón—Crystal suspiro y me miró con seriedad—Yo ya no puedo estar aquí porque mis calificaciones han bajado pero tu eres un buen organizador, eres muy listo.

—No me compren haciéndome halagos—me queje cruzandome de brazos.

—¿Porque no lo piensas? Estar aquí te va a ayudar a conseguir mejores recomendaciones, puede darte privilegios—Bin me señaló pero yo seguía rehusado a todo esto.

—¿O acaso el gran Liu YangYang tiene miedo al éxito? —Mary una vez más hablo, haciendo mi sangre hervir.

La miré de manera fija mientras solo podía pensar en una sola cosa que terminó por salir de mis labios rápidamente.

—Ay que pegarle, quiero pegarle—Me levanté incitando a todos a que me dejaran ir tras la rubia para lanzarle una silla.

Bin negó con frustración, yo tome mis cosas tratando de irme aunque cuando abrí la puerta los pude oír de nuevo.

—¿Y si agrandamos el presupuesto del club humanitario?

Me detuve. Las suelas de mis sneakers hicieron ruido en el encerado suelo y con el ceño fruncido vi al grupo de nerditos frente a mi que esperaban que dijera algo, desde Mary con su ceño arrogante hasta Bin y Crystal que me veían como buenos negociadores.

—50% más.

La rubia soltó una risa sin humor.

—¿Acaso crees que orinamos dinero?

—De ti no lo creería, de otro modo habrías pagado un buen estilista para tu cabello de mazorca—sonreí sutilmente, la rubia al oírme me fulminó con su mirada.

—30% y les daremos pases de pasillo ilimitados—Bin se cruzó de brazos dando su oferta.

—30% y añade pases de primera fila para la cafetería, sino no hay trato—advertí.

𝗕𝗟𝗨𝗘 | L. YANGYANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora