𝗕𝗟𝗨𝗘 | L. YANGYANG

10.

—Alto ahí—me detuve al oír la voz de Jaemin.

Espera, ¿me detuve? ¿Por qué demonios lo haría?

Jaemin caminó hasta mí y me miró con sus ojos entrecerrados provocando una reacción de confusión y desagrado por todo mi cuerpo, parecía estar buscando algún cofre del tesoro en mi rostro pero lamentablemente eso no existía.

Lo se porque ya lo había buscado yo y no tuve suerte.

—¿A dónde vas tan apresurado? Van tres días seguidos que no vas a almorzar con nosotros, ¿acaso te conseguiste otros amigos o escondes algo?—alzó una de sus cejas con una mirada seria.

—En primera, no voy apresurado—quite su mano de mi hombro—Y segundo, voy con Dongsun a revisar las tareas que tenemos por hacer hoy, ya te lo había dicho—quité su otra mano de mi otro hombro y lo miré tranquilo.

—Ah...¿Con que Dongsun? ¿He? —me dio un golpe en el hombro con una sonrisa que comenzaba a formarse en sus labios.

—No empieces otra vez, ya hablamos de esto—me quejé haciendo un mohín.

—Claro que no, siempre evades el tema porque te da miedo que diga que te gusta o que hacen buena pareja—insistió, mis mejillas subieron su temperatura a pesar de que me esforzaba porque no fuera así—Eso te hace mas sospechoso. Hm, ¡huele a mentiras en toda mi cara! –exclamó señalando su rostro con su mano de manera dramática y fingiendo estar ofendido.

Retiré su mano y suspiré desviando mi vista hacia el pasillo, solo tenía que fijarme que la chica no estuviera en el pasillo para evitar una entrevista con Jaemin equivalente a una hora si es que le daba tiempo.

—Lo ves, ¿me estás prestando atención ahora? —la cabeza de Jaemin me bloqueo la vista por lo que regresé mi mirada al pelirrosa—Ya esta, estas perdido y lo peor es que no lo admites, ¿tan vergonzoso es que no puedes contarle a tu mejor amigo de esto? ¡¿Debería tirarme a la basura por lo inservible que te result-

—Cállate, ¿si? Rey del drama—espeté cubriendo su boca con mi mano pero al sentir como la lamia la quite de inmediato—¡Ew! ¿Por qué haces eso? ¡Asqueroso!—me limpié la palma con su camiseta y este río de manera exagerada recalcando su maldad.

—¡Ahora tienes que explicarme todo! —me señaló dando un salto en su lugar y transformó su mano en un puño—Por la hermandad, Liu YangYang, ¿me vas a decir la verdad? —habló con un tono más bajo de voz y mirándome amenazante.

—No. Buen día.

Pase de su lado con una sonrisa victoriosa hasta que Jaemin puso su brazo impidiéndome el paso una vez más.

—¿Y ahora qué? —dejé que la impaciencia saliera de mi voz esta vez.

—De esta no te salvas, solo quería que lo supieras—me sonrió y retiró su brazo dejándome pasar—Buena suerte, YangYang, te estaré vigilando muy de cerca.