[Outro.]

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—¡Dongsun, que te hagas a un lado!

—¡Tan solo necesito un besito para sobrevivir el dia de hoy, YangYang! ¡No seas cruel!

Hago una mueca tratando de huir de la chica pero esta es más fuerte e insistente que logra llegar hasta mi mejilla y entonces deposita un beso en ella, me rindo y le suelto haciendo que esta de inmediato me abrace del cuello como si fuera una boa constrictora para repartir besos en mi mejilla con una tremenda necesidad que no se de donde nació.

Ah, así era salir con Lee Dongsun. Si bien me daba mi espacio muchas veces no dudaba en dejarme en vergüenza frente a cualquier persona con sus mimos exagerados pues le encantaba hacerme molestar.

Era casi como Jaemin con Yoonmi, solo que Dongsun lo hacía más para reírse de mi que porque quisiera demostrarme su afecto.

—Dongsun–me quejo cuando siento que esta me roba el oxígeno con sus brazos pero ella solo se aleja para verme con una sonrisa—Sabes que si tus padres o tu hermano nos ven estamos muertos ¿no?—le recuerdo pero esta niega.

—A mis padres les da igual y Donghyuk esta enterrado bajo la arena por Minhyuk desde hace como media hora. No creo que vaya a salir en buen rato hasta que mis padres noten que no esta con ellos.

Ruedo mis ojos y suspiro para alejar sus brazos de mi cuelllo. Dongsun sonríe y se sienta a mi lado en el borde de la pequeña colina que da vista hacia el mar. Se supone que el trato era venir hasta acá en el fin del año escolar solos pero bueno, obviamente los padres de Dongsun no estuvieron de acuerdo en dejar a la pobre tomar un autobus solo conmigo y por ello ellos mismos nos habían traído hasta aca.

Donghyuk había venido también, pero después de algunas citas parece que calmó sus nervios y ahora poco le importaba que hiciéramos con tal de que no fuera de los límites establecidos. En realidad, el chico me caía bien, era como Dongsun pero más egocéntrico e intenso, claro, de la buena manera.

–Ahh, que sueño. Tu hombro se ve como una buena cama—comentó antes de poner su cabeza en este y con ello una risita salió de mi al verla.

—Eres toda una casanova, ¿no? —le miré con gracia, esta alzó sus cejas y me miró algo confundida.

—De verdad tenía sueño.

—Si, claro...—la miro incrédulo y pongo mi mano en su cabello para jugar con este mientras veo al sol ponerse en el horizonte.

El aire nos pega en la cara, por ser otoño la costa esta vacía y con ello es como poder disfrutar del espectáculo para nosotros solos nada más. Dongsun parece de cierta forma hipnotizada por los colores naranjas, amarillos y rosados en el cielo pero se que no puede verlo de la forma en la que yo lo hago pero aún es algo hermoso para ella ya que sus ojos de Bambi tienen un brillo indescriptible.

Hurgué mis bolsillos hasta sacar la caja de mi chaqueta y con ello aprovecho para ponerla frente a Dongsun.

—Hey, Dingdong. Ojos a mi mano—aviso, la chica de cabello púrpura de inmediato quita su vista del cielo y mira hacia donde le indico. De inmediato se reincorpora y toma la caja con el moño de mi mano—Feliz cumpleaños

—No es mi cumpleaños.

—No dije que hoy fuera tu cumpleaños, solo dije feliz cumpleaños, independientemente de cuando sea—argumenté, Dongsun asintió y miró la caja como si fuera alguna clase de chiste.

—¿Y que es? ¿Grapas? —me mira con una sonrisita burlona, yo niego.

—Abrela.

Dongsun lleva su mirada hacia la caja de nuevo y con emoción quita el papel junto al moño revelando lo que es, frunce su ceño pero aún así abre la caja y de ahí saca las gafas de lentes azules para verlos con una mueca que delata que no entiende nada.

𝗕𝗟𝗨𝗘 | L. YANGYANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora