3.

2K 259 80
                                    

—Entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Entonces...¿sería tu secretaria?—Dongsun preguntó después de que terminara de explicarle todo. 

—No lo vería como tal, pero qué más da—me encogí de hombros.

La verdad de todo es que el asunto resultaba un poco incómodo pero tal como lo había dicho la chica, ella necesitaba cosas con que entretenerse y yo necesitaba que alguien me ayudara a deshacerme de tantas cosas en mi itinerario. Por tanto, matábamos dos pájaros de un tiro.

—Eso no suena divertido...—hizo una mueca y pronto alzó su cabeza rápidamente para verme con ojos brillosos—¿Podría tener tus cuentas personales y contestar tu teléfono por ti?—preguntó de pronto con mucha emoción.

—¿Para que querría eso?—contesté confundido.

—Para que cuando me pregunten si eres tu diga "No, es Dongsun"—recitó cambiando su tono de voz un poco.

Esta chica tenía grandes ideas.

—Eso sería genial pero no—Dongsun hizo una mueca cuando le respondí.

—¿Porque querría hacer tus tareas? Nos conocemos apenas y lo primero que propones antes de formar una amistad es hacerme tu esclava, ¿acaso intentas burlarte de mí?—se plantó frente a mi con los brazos cruzados y una mirada desconfiada

—¿Crees que lo haría después de saber que rocias personas con pintura en lata?—dije obvio y pareció que Dongsun sabía que tenía un punto porque no volvió a rechistarme de lo mismo.

—¿Vas a pagarme?—soltó de pronto, casi me atraganto con mi saliva pero si lo pensamos así sonaba a algo razonable.

El problema: que yo no tenía dinero.

—Te pagaré siendo tu amigo, ¿que te parece? —le sonreí tratando de ser convincente e inclusive le di un golpecito en el hombro para que se animara pero parece que no estaba funcionando, Dongsun se quedo mirándome bastante seria. Suspire—Bien, ¿cuanto quieres?

—¿A su majestad le parecería 5 000 wons?—me miró poniendo sus manos detrás de su espalda con una sonrisa amplia.

—Suena bien—me rendí.

—Por hora.

Sentí como me atragantaba con mi propia saliva—por segunda vez— mientras Dongsun me palmeaba la espalda tratando de ayudarme a recomponerme, sin embargo, aquella oferta no me tenía para nada contento y estaba seguro de que sonaba a una locura.

—¿Acaso parece que soy rico? ¡Estamos en una institución pública!—

—Oye, te estoy dando de mi valioso tiempo para salvar tu trasero del estrés que va a terminar matándote tan joven—comentó sutilmente y haciendo como si quitara polvo de mis hombros—¿No crees que es como caridad?—intuyó.

—No gano ni la mitad de eso—si esta chica creía que era tonto entonces debía ser ella la torpe, eso era un robo.

—Oh, entonces tienes de donde sacar dinero—alzó sus cejas de arriba a abajo con interés—Tranquilo, aún tenemos...como cuatro meses de clases, te ayudaré con todo lo que me pidas sin rechistar y tú afortunadamente te encontraste a una cerebrito—se señaló a sí misma con su pulgar.

𝗕𝗟𝗨𝗘 | L. YANGYANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora