❝𝖭𝗂𝗇𝗀𝗎𝗇 𝖺𝗓𝗎𝗅, 𝗇𝗂 𝗌𝗂𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝖺 𝖾𝗅 𝖽𝖾𝗅 𝖼𝗂𝖾𝗅𝗈 𝗈 𝖾𝗅 𝗈𝖼𝖾𝖺𝗇𝗈 𝗌𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖼𝗈𝗇 𝖾𝗅 𝖽𝖾 𝗍𝗎 𝖼𝗈𝗋𝖺𝗓𝗈𝗇, 𝖲𝗎𝗇❞
𝐘𝐀𝐍𝐆𝐘𝐀𝐍𝐆 ¦ Estaba confiado de que sus planes no podían fallar pero encontrarse con al...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La habitación de Dongsun es mucho más hermosa de lo que imaginaba. Por fuera parecía tener puros garabatos pero en cuanto entre me di cuenta de que sus paredes estaban pintadas de un color azul marino y habían estrellas por todas partes simulando una noche estrellada. Tenía latas y botes de pintura en la esquina de su habitación, todo era tan colorido a pesar de que para ella todo debían ser los mismos tonos.
Los cuadros que llenaban una de las paredes eran pinturas que imaginaba eran hechas por ella misma, algunas tenían colores exóticos y otras parecían ser inclusive fotografías. Me sorprendía que tanto talento tenía, era una cajita de sopresas que era feliz de descubrir.
Ojala hubiera venido aquí antes. Era un lugar mágico.
—Te dejaré hablar solo porque toma mucho valor venir hasta acá—comentó aún con su expresión en blanco y se sentó en el suelo de su habitación cruzando aus piernas y apoyando su mentón en su puño.
¿Por donde empezar? Posiblemente por el hecho de que era un idiota, no se si tocar el tema con respecto a su tritanopia pero al menos vendría a arreglar nuestro malentendido del otro día.
—Dijiste que odiabas la disculpas y que no lo intentara ni un poco—mencioné más como un recordatorio para mi mismo.
—Pero...
—Pero no vine a decirte eso—completé mi frase. Dongsun me miró atenta pero con una mirada más intensa—Vine a decir que te necesito—solté serio.
La mirada de Dongsun se descompuso en ese momento. Inclusive su rostro se torno rojo lo que me hizo a mi mirarla con mis ojos entercerrados.
—No pienses cosas raras, Lee Dongsun—me quejé mirándole mi ceño fruncido.
—N-No lo hago—dijo no muy segura, su rostro se escondió un poco de mi vista—Entonces, ¿me necesitas? —preguntó con aires de grandeza.
—¿Eso fue lo que dije no?
—Tu no dices eso, no dirías eso nunca ni aunque te obligaran—respondió alzando sus cejas y abrazando sus rodillas a su pecho—Dijiste que no servía, no puedes cambiar de opinión de un momento a otro de mis servicios de empleada.
—No hablo de tus servicios de empleada—aclaré tomando la oportunidad de sentarme a su lado aunque con una sana distancia de un metro—Es más que obvio que me metiste en aprietos, no puedo volver a contratarte por eso.
—¿Entonces para que viniste aquí?—pregunta con el ceño fruncido y se inclina un poco hacia mi.
—No vine aquí por mi secretaria Lee, vine por mi amiga Sun—le sonreí con sinceridad.
Aunque creo que mi estómago se estaba poniendo algo raro.
El ceño de la chica se suavizó poco a poco, parece que hasta Dongsun tenía cierta debilidad ante mis palabras así como yo terminé por dejar de lado mi orgullo para arreglar las cosas.