Capítulo 8. El Efecto Flamantha

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Durante sus años en la industria del entretenimiento, Samantha se había acostumbrado a que la gente tuviera una opinión sobre ella...y que fueran bastante elocuentes a la hora de compartirla. También había aprendido, que no importaba lo que hiciera, bueno o malo, siempre iba a haber un sector del público que le iba a aplaudir de pie, y otro que la iba a odiar. Era consciente de que debía vivir con ello y aunque alguna que otra vez la cagaba, siempre intentaba hacer las cosas según lo que le dictaba el corazón.

Esto nunca fue más real que el día que, junto a Flavio, volvieron a Madrid y su "relación" se volvió pública. Al parecer, todo el mundo tenía una opinión sobre lo que habían bautizado como 'Flamantha'. Todos los tabloides, programas del corazón, revistas, blogs de entretenimiento...es que hasta la Billboard había publicado un artículo sobre la noticia de la nueva pareja. Y eso sin contar los fans, esos sí que estaban un poco locos. "#Flamantha" fue trending topic por más de una semana consecutiva.

Algunos comentaban lo perfectos que eran el uno para el otro, mientras que otros, pensaban que no podían ser más disparejos. Comentaban la diferencia de edad, o si Samantha era demasiado impulsiva para la seriedad de Flavio. También se preguntaban si se trataba de publicidad para alguna colaboración, en fin...un sin número de teorías sobre su supuesta relación.

Había pasado ya un mes desde su vuelta a Madrid, y si bien ya el shock inicial se había calmado un poco, la "Fiebre Flamenca" no parecía que iba a pasar por mucho tiempo. Flavio y Samantha trataban de seguir con la mayor normalidad posible sus vidas. No habían dado ninguna declaración confirmando la relación, pero tampoco lo negaban, y se les había visto en varias ocaciones cenando juntos o simplemente de paseo por Madrid. La realidad, es que aunque todo el revuelo del público y la prensa, era exactamente lo que buscaban con su plan, era bastante abrumador tener que pasar por toda la exposición.

Era un día importante ya que por primera vez, les tocaba ir al mismo evento, y aunque no irían juntos, sabían que todas las miradas y cámaras, estarían fijas en ellos. Lo que hacía que Samantha estuviera aún más nerviosa, es que al mismo evento también irían muchos de sus amigos, por lo que sabía que era una de las pruebas más importantes que tendrían en todo su plan.

Mientras terminaban de maquillarla y peinarla, Samantha recordó que debía llamar a su madre. Tomó su móvil de su bolso, y llamó a casa. Sabía que un sábado a esa hora, sus padres seguro estarían preparándose para ir a almorzar a casa de la abuela.

"¿Bueno?" - contestó su madre luego de unos cuantos segundos.

"Hola Mamá." - Samantha sonreía solo con oír su voz.

"¿Cómo estás, filla?"

"Muy bien, Mamá y, ¿ustedes?"

"Estamos muy bien...preparándonos para la comida con la iaia."

"Que envidia." - dijo Samantha. Luego de haber pasado tanto tiempo con sus padres y su familia cuando pasó lo de Victor, se había acostumbrado a tenerlos siempre cerca y ya los extrañaba mucho.

"No vienes porque no quieres." - dijo su madre riendo. - "Y ¿tú en qué andas? ¿Hoy no era la gala esa?" - preguntó. Sus padres siempre estaban muy atentos a todo lo que pasaba.

"Sí, ahora mismo me están maquillando y peinando."

"Seguro que vas a estar muy guapa...bueno, como siempre."

"Lo heredé de ti." - le respondió Samantha riendo.

"Y, ¿ya sabes qué vas a cantar?" - preguntó su madre. La gala a la que irían, era más bien una cena/concierto/subasta que organizaban algunas discográficas para reunir fondos y donarlos a organizaciones que ayudaban a estudiantes de música de escasos recursos. A algunos invitados, les pedían cantar, pero no podía ser una canción propia.

El Plan Perfecto | FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora