Capítulo 13. Planeando el Tiempo

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Más que un beso, era una declaración de intenciones por parte de ambos. En el momento que sus labios se unieron, Samantha sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. También podía sentir el latido de su corazón, tan fuerte que pensaba que podía escuchar el tun-tun, tun-tun...cada vez más rápido. Con sus manos, hizo un recorrido desde el pecho del moreno, en donde sintió su corazón latir tan rápido como el de ella, hasta su cuello y pelo. Trataba de entender lógicamente lo que estaba pasando, pero no podía. Solo tenía cabeza para disfrutar de las sensaciones que le producían los labios suaves y meticulosos del chico.

Flavio descubrió que no había nada en el mundo que preferiría hacer más que perderse en Samantha. Quería explorar cada centímetro de ella, empezando por su largas piernas. Quería contar cada lunar, que le contara la historia detrás de cada tatuaje. Quería descubrir qué le daba más placer, quería oírla gritar su nombre...pero sabía que no era ese el momento. Al fin y al cabo, no estaban solos. Fue bajando poco a poco la intensidad del beso, hasta dejar besos cortos no solo en los labios de la chica, sino también por toda su cara. Esto hizo que Samantha riera antes de dejar caer su cabeza suavemente en su hombro. Ambos aprovecharon el momento para tratar de estabilizar su respiración y el ritmo de sus corazones.

"Samantha" - inició Flavio, pero fue interrumpido por los dedos de la chica en sus labios, haciéndole callar. Samantha despegó la cara de su hombro y lo miró fijamente. Era como si pudiera leerle el pensamiento a través de sus ojos..."No te preocupes, hablamos después.", le decían. Cuando volteó la cara para observar el sitio en donde permanecían, la entendió a la perfección. Durante el tiempo que habían estado tan entretenidos el uno con el otro, habían entrado más personas al salón. Lo que sí se permitió la rubia, aún no estando solos, fue besar el cuello del moreno como había soñado durante semanas. Descubrió que luego de sus labios, ese sería su punto favorito...por el momento.

"Oigan, tortolitos, nosotros ya nos vamos." - les dijo Eva, a lo que se sumaron el resto de los invitados que quedaban todavía en la fiesta. Ambos se pusieron de pie y los acompañaron a la puerta. Samantha no paraba de agradecerles a Maialen, Bruno, Hugo y Eva toda la ayuda que habían brindado para organizar la sorpresa. También se despidieron de Alex y Débora, quienes se habían instalado en la habitación de visitas de la rubia, lo que los dejaba completamente solos. Caminaron en silencio hasta el salón, y se sentaran juntos en el sofá.

No era una situación incomoda, ambos tenían bastante claro lo que querían, pero ninguno de los dos estaba seguro de si era el momento de tener esa conversación. Al final, para sorpresa del moreno, fue Samantha la que tomó la decisión por ambos.

"Eres consciente de que esto va a cambiarlo todo." - le dijo directa, mirándolo a los ojos.

"Sí." - le contestó inmediatamente el chico. Podía leer el nerviosismo y miedo en la cara de Samantha, así que acercó su mano para tomar la de la rubia.

"Esto va a complicar nuestro plan...y ni hablemos de que estamos rompiendo la primera regla."

"Al diablo con las reglas...crearemos nuevas." - le contestó Flavio, a lo que Samantha no pudo evitar sonreír. Se acercó a él y le abrazó, escondiendo su cara en el cuello del moreno.

"Tengo miedo." - le dijo. Por más vulnerable que se sintiera, sabía que el chico nunca le haría daño intencionalmente y eso le daba la confianza para ser lo más honesta posible.

"Yo también." - le respondió Flavio acercándola aún más a él y dejando un beso en su frente - "Pero por primera vez, estoy seguro de lo que quiero, Samantha...no puedo pasar el resto de mi vida pensando en que te quiero, en lo perfecto que encajamos y que por miedo no hice nada."

El Plan Perfecto | FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora