-Es suficiente, voy a entrar- dijo Touya dirigiéndose al cuarto donde Keigo se encontraba.
-¡No! Espera- Johana lo frenó del brazo- No quiere que nadie entre, hay que darle su tiempo- habló.
-Si todo lo que vos quieras, pero no sale de ahí desde hace un mes- respondió el pelirrojo enojado- Lo único que hace es tener reuniones con la psicóloga y nada más, ni siquiera sé si hace sus necesidades.
-De hecho, si lo hace- habló Toga detrás de ellos- Sale a la noche cuando nadie está despierto para ir al baño, solo que yo nunca duermo- dijo colocándose sus lentes de sol.
-Por eso ocultas tu ojeras con esos lentes- contestó sonriendo Johana y Toga solo elevó sus hombros como respuesta.
-No tengo tiempo para sus juegos, voy a entrar- habló Touya soltándose del agarre de la castaña.
-¡Espera!- dijo esta, pero antes de que alguno de los dos pudiera acercarse a la puerta, esta se abrió.
-Eh...- los dos se quedaron sorprendidos, hace un mes que no lo veían salir de esa habitación.
-No hay necesidad de que se estén peleando por si pueden o no entrar- habló frío para luego dirigirse hacia la mesa de la cocina y sentarse ahí donde el almuerzo estaba siendo preparado.
-¿Va...Vas a almorzar con nosotros?- habló cuidadosamente Johana mientras se acercaba a la cocina junto con los otros dos.
-Según la Dra. Gómez me va a venir bien socializar un poco- habló serio.
El ambiente era incómodo, todos tenían preguntas, pero ninguno se atrevía a hablar del tema, sentían que era todo muy sensible para el- Ehh... bueno... ¿Cómo te va con la psicóloga?- rompió el silencio Touya.
Tanto Toga como Johana metieron sus cabeza de lleno en la comida porque no se sentían cómodas con el ambiente- Bien, la doctora es bastante amable- contestó Keigo mientras cortaba la milanesa que había cocinado posteriormente Touya.
-Me alegro- terminó de hablar el pelirrojo y el silencio incomodo volvió.
Touya tenía muchas ganas de abrazarlo, pero desde que ocurrió la muerte de su no nacido, Keigo había estado muy distante de él- ¿Encontraste a Enji?- preguntó Keigo serio.
Johana se atragantó con en el agua después de oír la pregunta- ¿Estás bien?- preguntó Toga.
-Si, acompañe al baño por favor- pidió Johana a la rubia.
-Claro- ambas se levantaron y se fueron de la cocina dejando a Touya y Keigo solos.
-Maldita hija de tu madre- pensó Touya cuando las dos chicas se fueron- No, no pude encontrar a mi padre, pero mi equipo lo está buscando sin parar- contestó al rubio.
-¿Y tú por qué no lo estás buscando?- preguntó mirando al alfa serio.
-Lo hago- contestó- Pero también tengo que cuidar de ti, Toga, mis hermanos y mi hermana, agradezco la ayuda de Johana que me ha estado ayudando este mes- terminó de hablar.
-Ya terminé- dijo el rubio y luego se levantó de la mesa.
-Keigo, espera- Touya se levantó y lo agarró del brazo para darle vuelta.
-¿Qué sucede?- preguntó evadiendo cruzar miradas.
-M...Me alegra que ha..a..yas salid...- fue interrumpido por un beso en la boca de parte del rubio.
Obviamente el alfa correspondió el beso y lo tomó por la cintura- Te extrañé tanto- el omega lo abrazó por el cuello, pero en ningún momento se separaron, estaban tan juntos que no querían alejarse. Se fueron desplazando hasta la habitación de Keigo, en donde Touya bajó su mano para tomarlo del trasero, a lo cual el rubio reaccionó rápido.
Tomó la mano del alfa y la volvió a subir- ¿Demasiado temprano?- preguntó el pelirrojo a lo que el rubio asintió- No pasa nada- dijo sonriendo para luego darle un beso en la frente.
-Quiero que te acueste a mi lado- habló sonrojado, Keigo.
-Sus deseos son órdenes- le sonrió y ambos se acostaron en la cama, con el alfa abrazando por detrás al omega.
-Descansa- le susurró en el oído al omega.
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Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-
FanficDos chicos vivían su vida como ninguna otra hasta que un día la pandemia del Covid-19 llegó a su país, ¿que hará nuestro omega favorito encerrado en su departamento por meses? Y aún peor, ¿Teniendo a un alfa de vecino?