Caminaba con un solo rumbo- "Nogales 438"- repetía en su mente, sacó un cigarrillo de su bolsillo, lo colocó en su boca y lo encendió con un encendedor- Espero que esté ahí- dijo para sí mismo, Touya.
La dirección que había adquirido lo llevó hacia una casa bastante maltrecha por la humedad y el constante descuido, atrás de esta había un gran lago, que Touya recordaba con pesadillas. Cuando tenía 10 años, unos brabucones de 13 y 14 años lo habían tirado dentro del lago, este lo succionaba para dentro casi muere ahogado si no fuera por su padre que no solo lo sacó del agua, sino que también había empujado a sus bullies al barro, y esa es la única razón por lo cual no odia del todo a su padre.
Volviendo al presente, Touya estaba yendo sigilosamente a la casa, escuchaba ruidos dentro, pero no podía decir que era Keigo así que no quería que lo descubrieran. Hubo un momento en el que un gran ruido de un metal golpeando con algo sonó y dejó en silencio toda la casa, al acercarse más, nuestro alfa logró olfatear el nerviosismo de su anteriormente marcado omega.
-¿Keigo?- preguntó en voz alta, pero escuchó como su omega salió corriendo para la parte trasera de la casa- ¡Mierda!- insultó y lo comenzó a perseguir.
Salió al patio trasero de la casa donde había un muelle que iba directo al lago que tanto temía, visualizó a su omega correr hacia el muelle- Keigo espera- gritó, pero este siguió de largo, Touya corrió tan rápido como pudo, pero no alcanzó a tomarlo- ¡KEIGO!- gritó horrorizado cuando este saltó al lago sabiendo que el cuerpo de agua dulce funciona como un succionador de personas sin salvavidas.
Su mente proyectaba los recuerdos vívidos de el tratando de respirar dentro del lago, pero había algo más importante en su mente ahora y era su Keigo- Sin pensar- se habló así mismo para luego saltar tras su omega.
Dentro del agua era todo oscuro no solo gracias a que era de noche, sino que también el agua estaba repleta de tierra, abrió los ojos buscando su objetivo, pero lo que lo ayudo a encontrarlo fue el tacto de sus manos, su mente le mostró demasiadas imágenes de lo que podría estar tocando, pero Touya confió de que lo que había agarrado era a Keigo.
Con mucho esfuerzo nuestro alfa logró sacar al omega a la orilla del lago, para su suerte era Keigo y no algún cadáver putrefacto de alguien, como su mente lo había hecho pensar- ¡¿Keigo?!- habló en voz alta mientras observaba si tenía pulso- La puta madre, Keigo no me hagas esto- desesperado al ver que no respiraba comenzó con RCP- Vamos, no me dejes... No así- las lágrimas corrían por su mejillas, el solo hecho de pensar de perderlo destruía su corazón- Keigo... Por favor...- seguía manteniendo el ritmo, pero su omega no reaccionaba.
-...- Touya continuaba con los ojos cerrados pidiendo que se lo regresaran, que no lo dejaran irse de su lado de esa manera- ¡COUGH! ¡COUGH!- milagrosamente Keigo reaccionó tosiendo el agua que había tragado- ¡Lo siento!- habló para luego soltar un llanto sin consuelo, Keigo había pasado por mucho los últimos meses y por única vez pudo soltar todo lo que había retenido durante ese tiempo.
-Pensé que te había perdido- Touya lo abrazó fuertemente y también comenzó a sollozar, aunque el no sufrió abusos de ningún tipo, siempre cargó con la culpa de lo que él le había sucedido y poder abrazarlo al fin calmó su sufrimiento interno.
Luego de media hora llorando abrazados, Touya llevó a Keigo al hospital en el cual tuvo internado por un par de horas, tenía heridas que tenía que tratar sobre todo en su intimidad.
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-¿Señor Todoroki?- preguntó una doctora a Touya el cual estaba sentado en la sala de espera junto con Johana y Toga.
-¡Si!- dijo mientras se levantó rápido de su asiento- ¿Cómo está? ¿Sufrió algún daño permanente?- preguntó ansioso, las chicas se levantaron y posicionaron detrás de él.
-Afortunadamente sus heridas van a sanar con el tiempo, pero hay algo que tengo que hablar con usted en privado- dijo la doctora seria.
Con temor Touya asintió acompañando a la doctora a su oficina- ¿Qué pasa doc?- preguntó preocupado.
-Este...- la doctora se aclaró la garganta- Pues Keigo esperaba un bebé, creería que esto lo sabría...-
-Si, lo sé- respondió Touya rápido.
-Bueno, pues continuar con el embarazo ya no será posible...- una fuerte presión en el pecho de Touya se hizo presente.
-¿Co...Como?- tartamudeó.
-Keigo sufrió un o varios golpes fuertes en su vientre, su útero masculino se vio gravemente afectado y con eso el cigoto, por lo cual este ya no es viable, el útero sufrió una fisura y líquidos que no deberían entrar a este lo hicieron, creando un ambiente poco saludable para el cigoto- la doctora tomó las manos de Touya- Tuvimos que interrumpir el embarazo, para sellar el útero, de otra forma el señor Keigo hubiera muerto en unos días, lo siento...- terminó de hablar.
-Hizo lo mejor que pudo haber hecho- el alfa sonrió tratando de ocultar su dolor- ¿Puedo ir a verlo?- preguntó y la doctora asintió.
Al entrar a la habitación vio a Keigo serio acostado en la camilla- ¿Te enteraste?- preguntó.
-Si- respondió Touya frío y se sentó al lado del omega.
-¿Aún me quieres?- preguntó con los ojos lagrimosos.
-Siempre lo voy a hacer- Touya largó un llanto mientras abrazaba a Keigo.
El omega lo abrazó sin soltar una lágrima, ya había llorado mucho, lo que había pasado iba a tardar mucho en sanar y muy dentro suyo agradecía que el embarazó hubiera sido interrumpido, de lo contrario no hubiera podido haber lo conllevado psicológicamente.
El rubio cerró sus ojos y agradeció que todo paró, ahora solo seguía la parte de la sanación y esperaba que todo se quedara como era antes, tranquilo y aburrido.
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Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-
FanfictionDos chicos vivían su vida como ninguna otra hasta que un día la pandemia del Covid-19 llegó a su país, ¿que hará nuestro omega favorito encerrado en su departamento por meses? Y aún peor, ¿Teniendo a un alfa de vecino?