28- "Pollito"

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Keigo había mejorado bastante, estaba diagnosticado con estrés postraumático lo que conllevo a la ansiedad y depresión, de la cual estaba siendo medicado. Pasaron algunos meses y ya salía normalmente de su cuarto, reía con sus amigos, se besaba con su pareja hasta incluso realizaba algunos paseos por la plaza, obviamente respetando la distancia social y con barbijo, ya que aparte del estrés postraumático, también se le diagnosticó el trastorno de agorafobia (miedo a salir de casa, estar solo o ir a lugares donde hay mucha gente), pero con el tratamiento de la Dra. Gómez lo pudo superar, todo parece color de rosas para Keigo y lo es, salvo por esos días oscuros.

Los días oscuros para Keigo son esos días donde tiene un ataque de depresión, ansiedad o revive esos recuerdos donde era violado múltiple veces, en estos días no podía levantarse de la cama y lo único que hacía era llorar o dormir, y hoy era uno de esos días.

Acostado en su cama, cubierto por su acolchado hasta su mejilla veía su celular anotando la pesadilla que había tenido, esto le había dicho su psicóloga que haga para que él se diera cuenta que es algo que ya pasó y que es algo inofensivo que genera su cuerpo a modo de defensa.

-"Atado a una cama, Kuroguiri se me acerca con esa botella"- leía lo que había escrito- "Me obliga a beberla y luego todo es dolor e incomodidad"- una lágrima se desliza por su mejilla.

-¿Qué pasa?- preguntó Touya, el cual estaba dormido a su lado, pero ahora despierto- ¿Otra pesadilla?- preguntó preocupado, el rubio asintió triste.

Touya lo abrazó y le dio un beso en su mejilla- ¿Quieres que te traiga algo para que te distraigas?- preguntó mirándolo a los ojos.

-No...-contestó distante- S..Solo abrázame- Keigo apoyó su cabeza en el pecho de Touya y este lo abrazó más fuerte mientras acariciaba su cabello para dormirlo de vuelta.

El omega encontraba muy confortante el calor, las caricias y el sonido de los latidos del corazón de su alfa, se sentía afortunado de haber sido marcado por el, y se sentía mal al no poder brindarle la misma satisfacción, pero en el fondo sabía que a Touya no le interesaba lo recíproco, solo le interesaba su bienestar y por eso lo amaba.

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Pasaron el día en cama abrazados, y recién se levantaron al otro día, habían acordado una noche de películas con las chicas y ellos, y como ellas estaban viviendo en el departamento de Keigo, y este está viviendo en el de Touya, decidieron acomodar el salón de estar para la ya mencionada noche de películas.

-¿Cómo te encuentras?- preguntó Touya a Keigo una vez que ambos se levantaron de la cama.

-Bien, soñé que estábamos en un campo y que me bailabas una chacarera- contestó Keigo riendo.

El alfa soltó una risa por el comentario- Si querés te la bailo ahora- sonrió pícaro.

-No hace falt...-

-"Se apagó el querer, luego la pasión, se llenó de olvido, el montanar del amor"- cantó imitando a los cantante de folklore mientras chasqueaba sus dedos a lado de su cabeza- "Cómo imaginar que la libertad no tiene sentido si a mi lado no estás"- siguió cantando mientras giraba alrededor de Keigo, este no hacía otra cosa que reír- "Cuando caiga el sol al atardecer, echaré de menos el calor de tu piel"- comenzó a zapatear, cabe recalcar que estaba en bóxer mientras lo hacía así que otra cosa también zapateaba.

-No sabía que tenías 3 piernas- habló Keigo riendo sin parar.

-Y todas para ti- le guiñó el ojo.

-Nosborn que galán- sonrió Keigo, se acercó a Touya y le dio un tierno beso- Te amo mi chaqueño- El alfa sonrió y le devolvió el beso.

-Yo también te amo, pollito- sonrió el pellirrojo.

Keigo se tornó del color del tomate- ¿Cómo me llamaste?- preguntó avergonzado.

Touya se acercó a su oído y susurró seductor- Pollito- sonrió.

-Ah bueno si lo decís así, puedo ser tu pollito uwu- ambos largaron una carcajada.

Luego de un rato comenzaron a acomodar el salón de estar para ver las películas, Keigo se encargaba de limpiar y Touya de acomodar el tele y el sillón, en un momento Touya se agachó para ver unos cables debajo del tele mostrando uno de sus mejores atributos.

-Que no me entere que ese culo pasa hambre- piropeó Keigo con voz de albañil.

Touya se sonrojó- La verd... ¡AUCH!- antes de terminar de hablar fue interrumpido por una nalgueada fuerte de parte del rubio.

-Jajajaja- reía triunfador el rubio.

-¡Ahhh! Llama a una ambulancia, llama a una ambulancia- repetía sobándose su nalga adolorida- Pero no para mí- sonrió malévolo y Keigo se dio cuenta que estaba en el horno.

-¡¡¡AAAUUUUUHHH!!!- aulló del dolor luego de la nalgadota que le dio el alfa.

-Vas a aprender a respetar- dijo sonriendo triunfador el pelirrojo.

-Era brom...-

-Las siguientes palabras son "Si señor", ¿o lo olvidaste?- interrumpió Touya usando sus hormonas de alfa para controlar a Keigo.

-Si Señor- contestó Keigo internamente odiando a Touya, odiaba cuando usabas esas hormonas en contra de él.

-Tú te lo buscaste- le sacó la lengua en forma de burla.

-Me encanta verlos pelear- habló Johana.

-¡AHH!- los dos chicos gritaron al unísono y se abrazaron asustados.

-¿Hace cuanto que están ahí?- preguntó Touya asustado a las dos chicas que estaban paradas ahí riendo.

-El necesario- Toga le guiñó el ojo al alfa.

-¿Lo importante es como entraron?- preguntó Keigo.

-Pues alguien me enseñó el truco de entrar por el balcón para coger con personas, ¿o no Keigo?- respondió Johana burlona.

-Cállate- habló Keigo avergonzado.

-Bueno, ¿salen esas pelis?- preguntó Toga sacando un fernecito de atrás de ella.

Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora