Me di la vuelta para encontrar a Miguel estudiándome con la misma intensidad que a veces creía que imaginaba. Sus ojos vagaron por mi cuerpo lentamente, quemando a mi piel con el hielo de su mirada, dejando escalofríos a su paso.
—Vas vestida de gala —notó con voz contenida.
—Es como usualmente se visten las personas que van a una.
Miguel ladeó la cabeza y alzó una de sus cejas. No tenía que hablar para pedirme que me explicara. El gesto era suficiente.
—Elizabeth consiguió una invitación para mí. Ella está convencida que yo puedo convencer a Daniel Williams de darnos una entrevista solo por ser bella —expliqué, exasperada una vez más con el tonto plan de mi mejor amiga.
Los ojos de Miguel se oscurecieron por unos segundos, su cuerpo se volvió rígido como una roca.
—Estoy seguro de que podrías convencer al mundo de postrarse a tus pies con tú belleza, Lilly. Es una suerte que no estés interesada en la dominación mundial.
El cuerpo me empezó a titilar de placer de solo escuchar sus palabras, y el corazón me dio un salto en el pecho de la emoción.
—Gracias —susurré, admirando su rostro perfecto como si fuera la primera vez. Algo que había llegado a disfrutar a través de los años.
Miguel era la perfección absoluta, de figura alta y dominante. Sus ojos azul celestes eran igual que el cielo despejado de las mañanas, de esas que nunca se veían en Nueva York, y su cabello castaño claro complementaba a la perfección su musculoso y atlético cuerpo. Su quijada aguda y rasgos brucos y definidos hacía de su ya atractivo rostro, totalmente irresistible.
—Te ves preciosa —admitió después de tragar en seco. Como si necesitara valor para hablar tres simples palabras.
Aun así, no eran las tres palabras que yo quería escuchar.
—Gracias —repliqué por lo bajo, con una apagada sonrisa.
A veces dolía recordar cuanto lo amaba. Pero después de miles de años callando, me acostumbré al sentimiento.
—Te acompañaré. No podemos tomar riesgos. Ya has estado demasiado tiempo en Nueva York.
—Lo sé —Sonreí tristemente—, pero no puedes permitir que los guardias de seguridad te vean. Mi invitación no tiene acompañante.
Algo muy peligrosamente cerca de diversión cruzó los ojos de Miguel.
—No me verán. Te lo aseguro.
El tono arrogante de sus palabras me recordó por unos segundos al viejo Miguel. Al que sonreía para mí sin cuidado alguno. Al que aseguraba poder derrotarme en cada juego humano le obligara a participar. Controlar mis deseos en su presencia se hacía cada vez más difícil. Pelear en contra de mis sentimientos ya era una causa perdida, una batalla que no me molestaría en luchar porque sin duda alguna, perdería.
—Esta bien. Puedes acompañarme.
***La gala se celebraba lugar la antigua mansión de Edwin Luthor en Wall Street. La impresionante estructura blanca de tres pisos se alzaba por encima de las casas vecinas, brillando con la grandeza real meritoria de un rey. Le cedí mi invitación al guardia en la entrada y él abrió las puertas para nosotros. O debería decir: para mí, ya que Miguel no podía ser visto.
Paredes tras paredes blancas nos acompañaron de camino a la entrada del salón, logrando una iluminación deslumbrante por todo el lugar. No era un secreto para nadie que el extravagante Edwin Luthor estaba obsesionado con la mitología griega y casi todo lo que poseía, inclusive su ropa, estaba diseñado para que luciera de esa época. No pude evitar que mi boca se abriera en sorpresa cuando las puertas del salón se abrieron para nosotros. El amplio espacio estaba decorado, como era de esperarse, con un estilo del antiguo griego. Grandes columnas blancas se situaban en cada esquina de la habitación, dando la ilusión de sostener el techo sobre nuestras cabezas y, junto a estas, se encontraba una estatua de los grandes Dioses de Grecia: Zeus, Hades, Hera, Poseidón. El mármol y yeso blanco que cubría todo el lugar lograba dar a la habitación un toque celestial, haciéndome sentir por unos segundos como si estuviera de vuelta en el Cielo.
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Lilith (Almas Perdidas Libro 1) √
Paranormal[The Watty's 2023] [18+] "ᴇʟʟᴀ, ϙᴜɪᴇ́ɴ ʀᴇɪɴᴏ́ ᴇɴ ʟᴀ ᴏsᴄᴜʀɪᴅᴀᴅ, ɴᴏ ᴅᴇʙᴇʀᴀ́ ᴄᴏɴᴏᴄᴇʀ ʟᴀ ʟᴜᴢ" Lilith es condenada a vagar por la tierra después que su traición le arrebatara todo lo que creía preciado. Con el corazón contraído por la perdida, se refugia...