Piera era hermoso, una pequeña villa con una atmósfera cargada de alegría y unión. El pueblo estaba vivo con música y risas, dejando las puertas de sus hogares abiertas a pesar del cruel viento navideño que invadía sus moradas. Algunas personas estaban bailando al ritmo de la música de acordeón que los ancianos tocaban en el medio de la plaza, otros se divertían de una forma diferente, conversando y riendo en grupos mientras movían sus talones al compás de la alegre melodía.Lo normal hubiera sido que nos sintiéramos como extraños en ese lugar, rodeado de personas que se admiraban y trataban los unos a los otros como familia, pero los pueblerinos de Piera no permitían pensamientos de ese tipo. En cuanto nos adentramos a la villa, cada persona en ella se aseguró de que nos sintiéramos bienvenidos a pesar de no habernos conocido nunca.
Bueno, de no haberme conocido nunca a mí, porque los locales parecían bien familiarizados con Miguel.
Era muy divertido ver cómo le prestaban su total atención con sonrisas dulces y ojos llenos de admiración como si Miguel fuera el hijo pródigo, mientras él solo se quedaba parado en una postura rígida e incómoda, pretendiendo que no existían.
-¿Están siempre así de felices? -pregunté a Miguel en cuanto los pueblerinos no dieron un poco de espacio para conversar con privacidad. Aparentemente, no querían asustar a la hermosa esposa del hombre gruñón de la montaña.
-En su mayoría, pero incluso más en esta época del año. Es una tonta tradición de la Villa Pietra donde invitan el invierno a sus hogares con alegría y música -respondió, resoplando en indignación, como si ser tan feliz hubiera sido una ofensa personal hacia él-. La Navidad es la época del señor, y ellos la festejan como si fuera suya. Y también queda esa tontería de Santa Claus.
Apreté mis labios para contener la risa que amenazaba por escapar. Miguel lucía tan fuera de lugar, parado entre toda esa gente mientras danzaban y cantaban como si no hubiera mañana; pero, a la misma vez, ellos lo trataban como si perteneciera allí.
-Sabes que te llaman el hombre gruñón de la montaña, ¿verdad?
-Soy consciente de ello, sí. Es un nombre irrespetuoso para un ángel y estúpido, además, ya que no vivimos en una montaña sino no en una cabaña en el medio del bosque -clarificó, como si necesitara el recordatorio.
-Aun así, tiene algo de verdad. Si eres muy gruñón la mayoría del tiempo -. Una sonrisa pícara agració mis labios.
Miguel se volteó a verme, sus ojos estaban consumidos por esa oscuridad ardiente que tanto amaba.
-Te aseguro, mi ángel, que puedo ser mucho más gruñón de lo que soy ahora. Ya te daré una demostración de ello cuando volvamos a casa.
Trague en seco, apretando mis muslos y conteniendo un gemido.
-No puedo esperar -susurré casi sin aliento.
-Ven, mujer americana. Baila.
Aparté mis ojos de Miguel hasta encontrar a una señora en sus treinta con una sonrisa deslumbrante en su rostro y el acento más dulce que había escuchado en mi vida, extendiendo su brazo hacia mí. En un pestañear, la hermosa mujer tomó mi mano y me arrastró con ella, sin parar de hablar en rápido italiano. Su agarre era suave, pero firme, y no tuve otra opción que seguirla al medio de la plaza donde estaban las otras mujeres reunidas. Todas estaban agarradas de las manos en círculo y brincaban al ritmo de la música, moviéndose de derecha a izquierda.
El circulo se abrió para nosotras en invitación en cuanto las alcanzamos. Después de tres canciones y miles de saltos, me disculpé y regresé al lado de Miguel. Estaba sofocada, apenas podía respirar de tanto ejercicio físico que había hecho, pero la sonrisa de júbilo que había en mi rostro había valido la pena todo el cansancio.
Mi guardián observaba cada uno de mis movimientos desde la distancia. Una mirada profunda y llena de adoración siguieron mis pasos hasta que llegué a su lado. El corazón se me encogió en el pecho de la avalancha de sentimientos que me enterraba cada vez que este Arcángel estaba cerca. Sus ojos recorrieron mi cara, parando unos segundos en mis labios antes de deslizarse por mi cuerpo.
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Lilith (Almas Perdidas Libro 1) √
Paranormal[The Watty's 2023] [18+] "ᴇʟʟᴀ, ϙᴜɪᴇ́ɴ ʀᴇɪɴᴏ́ ᴇɴ ʟᴀ ᴏsᴄᴜʀɪᴅᴀᴅ, ɴᴏ ᴅᴇʙᴇʀᴀ́ ᴄᴏɴᴏᴄᴇʀ ʟᴀ ʟᴜᴢ" Lilith es condenada a vagar por la tierra después que su traición le arrebatara todo lo que creía preciado. Con el corazón contraído por la perdida, se refugia...