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El mismo día en el que habló con Blanca, le mandó un mensaje a sus amigas diciéndoles que estaba saliendo con ella. Les envió una foto de Blanca para que no pensaran que estaba mintiendo.

Victoria le dijo que parecía extraño ya que nunca la había mencionado y, justo una semana antes de que se cumpla el mes, aparece una presunta novia llamada Blanca. Nina insistió en que no estaba mintiendo y que no tendría problemas en probar su noviazgo.

Este viernes hacemos previa en casa para salir. Podrías invitarla así la conocemos, no?

Eso le puso Victoria en el grupo de WhatsApp. Nina sabía que la estaba poniendo a prueba y aceptó, dijo que esa noche llevaría a Blanca.

***

—¿Qué? ¿Qué significa que este viernes tengo que salir? —le preguntó Blanca con indignación. Estaban hablando por celular.

—Lo que escuchaste —respondió Nina—. Este viernes vamos a la casa de Vicky y me dijeron que te invite así te conocen.

—No voy a previas o cualquier tipo de fiesta.

—Ahora salís conmigo así que sí, vas a ir.

—¡Esto no es salir!

—Ponete algo lindo y paso a las doce por tu casa para ir caminando, ¿sí? Cualquier cosa que uses te quedará hermoso —Nina se sorprendió ante su honestidad. ¿Acababa de coquetear con ella sin darse cuenta?

—Te odio, ahora voy a tener que cancelar mis planes.

—¿Qué planes? ¿Mirar películas de terror en Netflix?

—Sí...

—Te veo el viernes.

***

El viernes a la noche, Nina se puso un top rojo junto con un short de cuero negro; eso le hacía destacar sus curvas. Se maquilló un poco, tomó su celular, algo de dinero, las llaves de su casa y salió en busca en Blanca.

Eran las doce de la noche, pero aun así hacía un increíble calor en Buenos Aires. Apenas podía respirar porque todo el aire parecía pesado. Lo que más le molestaba era sudar porque acababa de bañarse y de maquillaje. En media hora toda su cara estaría pegoteada y brillando con el maquillaje corrido.

Caminó cuatro cuadras hasta la casa de Blanca y le tocó el timbre. Cuando abrió la puerta, vio que tenía puesto un mono blanco que le hacía escote. La respiración de Nina se entrecortó por un momento, estaba sin palabras y no podía dejar de ver lo que Blanca tenía puesto.

Le quedaba divino y Nina no recordaba verla usar algo así. ¿Por qué lo haría? Sólo iban a clases juntas, nunca antes habían salido.

—No me mires, me da vergüenza llevar esto —le dijo Blanca mientras cerraba la puerta de su casa con llave. Se ve que Nina la estaba mirando muy embobada como para que Blanca le dijera algo que la sacara de sus pensamientos.

—¿Por qué? Estás hermosa.

—Mi hermana me lo prestó y no es precisamente... mi tipo. ¿Ahora podemos irnos? Pretendo volver temprano a mi casa.

Nina asintió. Caminaron cinco cuadras juntas hasta llegar a la casa de Victoria. No hablaron en todo el camino y eso a Nina la incomodó, quería hablarle de algo, impresionarla, pero ¿con qué? Blanca no parecía interesada en mantener una conversación con ella.

Antes de tocar el timbre de la casa de Victoria, Nina le dio la mano a Blanca.

—Sostené mi mano, no la sueltes —le dijo.

Cómo ellas se conocieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora