North Clan

Capitulo 20. Destino

JADE.

Me despierto sobresaltada y temblando, toco mi frente empapada en sudor e intento relajar mi respiración. De nuevo sueño con el ataque, aunque aun no consigo ver la cara de mi casi asesino, es la segunda vez que despierto esta noche por el mismo motivo. Me levanto de la cama y me dirijo al baño, me miro en el espejo, mi cara esta mas blanca de lo normal y algunas ojeras adornan mis ojos, echo agua en mi cara y me voy de nuevo a la habitación, miro la ventana observando como ya esta empezando a amanecer. Ni si quiera he podido descansar lo suficiente para poder aclarar los problemas que rondan por mi mente. Ojalá pudiera ir a la habitación de Dylan, meterme en su cama y pedirle que me abraze durante horas, es lo único que necesito en estos momentos, pero no puedo hacer eso, antes tengo que estar segura de que Dylan no va a hacerme mas daño, de que realmente le importo y me ama. Decido vestirme y bajar a desayunar aunque sé que no habrá nadie, pero así tendré tiempo para pensar en todo el lio que tengo en mi cabeza.

Voy hacia la cocina, pero me fijo que la puerta del despacho de Dylan esta entre abierta y una tenue luz se filtra por ella. Abro la puerta lentamente y veo que Dylan esta leyendo unos papeles sentado en su sillón detrás de la mesa.  Al ver que la puerta se abre, mira hacia mi se se sorprende de ver allí.

-¿que haces levantada?-  rio ante su pregunta, ya que apuesto lo que sea a que él ni si quiera se ha acostado aún.

-eso debería preguntarlo yo, aún llevas la ropa de ayer.- me mira cansado y se frota los ojos mientras yo me siento en uno de los sillones en frente de él.

-tenía mucho trabajo acumulado, no solo soy alfa, además dirijo una de las mayores empresas de textiles del pais- me quedo sorprendida ante eso y me doy cuenta de lo poco que sabemos el uno del otro en realidad. Dylan me sonríe pero de pronto frunce el ceño.- ¿no has dormido bien? tienes mala cara.- suspiro cansada y miro hacia la ventana viendo como el viento azota las ramas de los arboles contra el cristal mientras el cielo empieza a tornarse de un azul claro.

-pesadillas, no paro de soñar con lo  que sucedió, aunque todo es confuso y no consigo ver la cara del que me atacó- lo miro y  me doy cuenta de que el me observa detenidamente, no puedo evitar que mi corazón se acelere y mis manos comiencen a temblar. Quiero besarlo, acariciar su cabello y decirle cuanto le necesito, pero ante el impulso me callo. -deberias dormir un rato, ya esta amaneciendo.- Dylan sonríe y se levanta del sillón.

-Tienes razón- viene hacia mi y deposita un simple beso en mi mejilla, un beso tierno y lleno de promesas. -luego nos vemos- su susurro en mi oido en cierto modo me relaja y provoca en mi sensaciones indescriptibles, especiales,que solo él puede causarme.

Despues de unos segundos de haberse marchado, me dirijo a la cocina y preparo un cafe bien caliente para sobrellevar el frío.  Mientras lo bebo pienso es que quizás cuanto antes me haga las pruebas antes saldré de la duda de quien soy realmente, aunque si es cierto lo que Dylan dice un problema mayor ocupará mi mente, ¿quien es mi verdadera madre? ¿por que me han ocultado eso toda mi vida? sacudo mi cabeza como si con ese simple gesto mis problemas y preocupaciones desaparecieran. Miro el reloj y ya son las ocho de la mañana, Anabelle entra por la puerta dandose un susto, ya que no me esperaba allí.

-Dios Jade ¿que haces aqui?- pone su mano en su pecho intentando recuperarse del susto, ante esa reacción rio.

-no podia dormir mas- Anabelle se dispone a preparar el desayuno y la ayudo sin decir nada.

-¿que tal te encuentras? espero que la herida este bien curada-

-no te preocupes, la reviso cada rato, aun no puedo hacer movimientos bruscos pero esta mejor.- Anabelle sonrie y acaricia mi espalda con ternura. Un nudo se forma en mi estomago ya que me recuerda demasiado a mi madre. Una vez preparado todo, los miembros de la casa comienza a hacer aparicion en el comedor y yo me siento junto a Lyz.