—Isabella — dice Aston en un tono de voz seco haciendo que sienta más nervios que de hace un momento atrás.
—A... Aston — contesto con timidez, él me mira en silencio, pero no parece asombrado, corro mi vista de él para ponerla en la chica de su lado, ella es alta casi tan alta como Aston, su pelo es de un rubio casi platinado, sus ojos son color verde combinado con gris, ella es hermosa, pero su rostro es tan seco y frío que intimida, Aston la observa de una forma que nunca había visto en él, tiene su entrecejo fruncido y sus ojos demuestran rabia.
—Tienes que irte — dice en un tono frío y demandante que me parece extraño en él, ella le sonríe con malicia y se acerca a Aston, le dice algo en el oído que no logro escuchar y luego se va sin antes mirarme como si fuera lo mas feo que ha visto en su vida.
Quedamos los dos solos en un silencio tenso, miró a Aston y él tiene su mirada en mí, su rostro se ve neutro como normalmente es, pero su postura rígida me demuestra que la situación le molesta de sobremanera.
—¿A que se debe tu visita, Isabella? — pregunta en un tono bajo, pero demandante, lamo mis labios en un movimiento de nerviosismo y trago en seco.
—Yo... Venía para, disculparme sobre lo que paso ayer. — Aston levanta sus cejas y se endereza sacandome una cabeza de estatura, se cruza de brazos y dice.
—¿Que paso ayer?. — Su pregunta me toma por asombro, me esperaba todo menos esa respuesta.
—Tú....
—¿Yo que? —cuestiona el, me siento intimidada ante sus ojos y su postura, me siento como una niña pequeña que está siendo interrogada.
—Tú ayer me pediste... Ser tú novia — el sonríe de medio lado y corre su mirada por unos segundos.
—Valla, si me escuchaste —. Asiento con mi cabeza.
—Si escuche, y si quiero ser tu novia — contesto lo mas segura que puedo sonar —. Aston se queda en silencio mirándome de una forma que hace que mis manos comienzen a sudar, su semblante está levemente fruncido.
—Quieres ser mi novia, pero siempre me mientes.
—¿Que? —. El se rie en una carcajada que hace que me sobresalte tomándome por sorpresa.
—¿Quien era el tío de ayer?. Y no me digas que no es nadie, porque cuando lo viste tu rostro cambió Isabella, parecías como si hubieras visto a un fantasma, como si tuvieras miedo.
Me quedó en silencio sin saber que responderle, maldito de Park, ¿por qué carajos volvió?.
—Tú quieres ser mi novia, pero me mientes, debes deja de mentirme Isabella, aveces siento que no te conozco y yo quiero conocerte, quiero saber tus miedos, tus sueños, tus deseos, pero tú solo me dejas con mas dudas.
Lo único que puedo pensar es que Aston tiene razón, que todo lo que dices es verdad, tengo secretos, cosas que no quiero que nadie sepa de mí nunca, todo eso lo quiero dejar en el pasado, olvidarlo y sacarlo de mi mente como si jamás hubiera pasado, pero no puedo y se que nunca podré, pero si no puedo olvidarlo, no quiero que nadie sepa mi pasado, miro a Aston sin saber que decir, pensado en que contestar.