Capitulo 8| Momentos

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Faltan veinte minutos para que llegue Aston, estoy de los nervios, mi madre y Jenia están a mi lado igual de nerviosa que yo, me paseo de un lado a otro, ¿si mejor cancelo?

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Faltan veinte minutos para que llegue Aston, estoy de los nervios, mi madre y Jenia están a mi lado igual de nerviosa que yo, me paseo de un lado a otro, ¿si mejor cancelo?.

¿Qué pasa si él quiere algo más, como sexo?, yo no soy ese tipo de chica que a la primera salida se acuesta con el chico, ni siquiera lo haría a la tercera, carajo.

— Lo llamaré y le diré que estoy resfriada, si eso haré. — Voy a tomar mi celular pero Jenia lo coge antes.

—No harás eso, saldrás y te divertirás — responde ella, niego con mi cabeza,

—No, es que no viste a su ex, era una modelo — digo, mi madre y Jenia se colocan a cada lado mío, me toman de las manos y me hacen sentarme.

— No importa eso, tú eres bella Isabella, con ese pelo chocolate y tus ojos color miel, no eres una modelo, no, pero no tienes nada que envidiarles — dice Jenia, la miro y sonrió.

—Todo estará bien Isabella — habla mi madre, me acaricia la cabeza.

— Ustedes tiene razón, soy hermosa si, pero mejor cancelaré. — Intento quitarle el celular a Jenia pero ella me pega en mi cabeza.

— No seas terca mujer .— Me reprocha Jenia.

Voy a responderle cuando suena una bocina, Jenia y mi madre me miran, ay mierda.

Me quedo quieta en el sillón con mi vista fija en la ventana que da hacia afuera, veo como Aston se baja del auto, camina pero se detiene en medio camino, después de unos segundos sigue caminando, cuando lo pierdo de vista, suena el timbre. Jenia y mi mamá se levantan y se van a la cocina, mierda.

Me levanto del sillón con los nervios a flor de piel, mis piernas parecen gelatina, joder. Me paro al frente de la puerta, respiro profundo y abro.

Aston levanta su vida colocando una sonrisa en sus labios, haciendo que se le marquen unas pequeñas margaritas, su sonrisa es como de un niño bueno, él me mira de arriba abajo haciendo que aumenten mis nervios. Lo miro detalladamente, lleva puesto una camisa de color negro y unos pantalones del mismo color, él se ve muy bien en un estilo semi formal.

—Hola — dice cortando el silencio, le sonrió.

—Hola — digo algo cohibida, él se rasca la nuca.

—Te ves hermosa — contesta, su comentario me toma por sorpresa haciendo que me sonroje levemente.

—Gracias, tú tampoco estás nada mal. — Él se muerde el labio corriendo su vista.

"¿Él está nervioso?"

—Gracias, ¿vamos? — dice él, asiento con mi cabeza. Caminamos hacia su Jeep, él me abre la puerta, le sonrió y me siento.

Vamos camino a no sé donde, y Aston no me a querido decir, en la radio comienza a sonar Bad bunny la canción, dime si te acuerdas, esta canción es una de mis preferidas, comienzo a tararearla. Miro a Aston, él me mira de soslayo y sonríe.

Los Demonios de IsabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora