❝Se supone que a Soobin no le gusta Yeonjun...
... Aunque la persiana semiabierta de su habitación sea testigo de todo lo contrario.❞
Donde Yeonjun llega a la vida de Soobin para generarle muchas dudas, pero también se queda ahí para responder cada...
A veces las Leyes se pueden combinar para obtener efectos aún más creativos.
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¿Había más gente dentro de aquel vagón? Si la había, a Taehyun no podría importarle menos.
Sentados aún al lado del otro, después de que Beomgyu había hablado lo que tenía que hablar, se había quedado con su mirada posada sobre la de Taehyun, sin apartarse ni un poco.
Perdiendo la respiración, pero sin perder el poco sentido común que le quedaba, Taehyun estaba en una lucha interna donde parte de su instinto quería acortar la distancia, mientras la otra parte racional se batía a puño limpio con el argumento de que podría arruinarlo todo con aquel arrebato digno de un rechazo inminente. Podía sentir los latidos de su corazón alocado en su pecho y su mano aún apresada por la mano de Beomgyu sobre su regazo. Parte de esto solo había pasado en su imaginación y justo ahora, después de sentirse tan valiente desde que le conoció, se sentía como un auténtico cobarde ante su presencia. Con sus ojos repasó sus rasgos, pues jamás había tenido a Beomgyu así de cerca y se sorprendió de lo diferente y extraordinario que se veía desde ese nuevo ángulo. Abrió la boca del asombro, queriendo decir algo. Pero en vez de eso Beomgyu le arrebató la oportunidad.
– Tú no lo eres – Con ojos tiernos y una sonrisa difícil de descifrar, casi melancólica, Beomgyu se le acercó un centímetro más – No eres terco como Soobin… Eres cálido y comprensible – Taehyun podía sentir su respiración sobre su boca, casi saboreando lo que tanto anhelaba… – Siempre estás ahí para mí, siempre me soportas, nunca me has juzgado y yo… – ...Un beso. – Te lo agradezco – Con la cara más roja que la grana, Taehyun recibió a Beomgyu con el corazón en la boca, cuando éste se le acercó al punto de juntar su nariz con la suya. Cerró los ojos y esperó lo inevitable…
Un beso… Solo un beso…
Un...
¿Un beso esquimal?
La pequeña nariz de Beomgyu se movió con dulzura sobre la de Taehyun, frotandose cual niño sobre la contraria. Su risa divertida bañó el ambiente cuando Taehyun le devolvió el gesto y la sonrisa, peleando traviesamente el control del tierno beso infantil. Transformando la divertida situación en toda una anécdota. Con sus frentes juntas y sus narices alejándose poco a poco, Taehyun pudo sentirse más enamorado que nunca, dejando escapar el aire de sus pulmones. Dejando su corazón caer a la disposición de Beomgyu, porque ya era completamente suyo.
Se separaron cuando Beomgyu pensó que era suficiente y cuando Taehyun abrió los ojos se encontró con la imagen de un chico risueño y muy sonrojado que sin soltarlo de la mano le alentó a ponerse de pie, pues sin darse cuenta el vagón se había detenido y ya se estaba vaciando.
