¡𝐃𝐎𝐍𝐂𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐑𝐄𝐘!

Cap.24 -Confianza

*¡Eres un monstruo! ¡Quirem caerá por tu culpa!

Patéticas y últimas palabras del menor de sus hermanos, recordando el escenario como una herida fresca, ahora que se ponía a pensar más la situación... fue demasiado misericordioso darle veneno, cuando simplemente lo hubiera decapitado como el resto de su familia, bueno... solo eran detalles menores...

* Dos cartas _menciono Ubayashiki_

Muzan dio seña a que se la pasará, haciendo a un lado el mapa donde se notaba marcas rojizas, señales próximas, planificaciones que se seguirían al pie de la letra, sonrió enternecido al saber el contenido en una de ellas, algo del especial consorte que tenía, Tanjiro no manejaría tal y como él quería, pero no pediría mucho tampoco, claro que... Luego tendría que mandar a quitar los títulos a esos nobles cínicos por difamar el nombre de su pequeño

* Rei no aparece, ¿cierto?

Todo debía ser perfecto a sus ojos, no aguantaba ver un error suelto, manteniéndose dos opciones, o se resolvía a las buenas o lo terminaría a las malas

* Esa impertinente de Daki tampoco _dijo con desdén, dejando la carta a un lado, dejando la otra para después, se espera mucho de ella pero... ¿de Rei? No le sorprende que pueda actuar por su cuenta, aunque si lo hiciera debe avisarle, siempre lo ha hecho desde que inicio desde muy joven sus conquistas, ¿que cambia ahora?_ cuando regrese serán castigadas

Jamás aceptaría una rebeldía por parte de ellas, Tanjiro aún era nuevo, aún le faltaba aprender y por lo menos ahora no estaba fallando, cuánto daría por volver y consentirlo todo su maldito tiempo

* No seas duro, Tanjiro se ve que tiene mucho aprecio a Rei, mando a las dos generales en su búsqueda, verás que estarán esperando ansiosos tu regreso _Ubayashiki lo sabe, nunca un problema lo a perturbado, ni la muerte podría lograrlo_

Mirándolo en silencio, escucha claramente pasos sincronizados a la lejanía, sus hombres han llegado, sonriente, sale de la tienda dejando a su consejero e ir a recibirlos, quería escuchar sus anécdotas, sus experiencias, los botines para mandar

* ¡Mi sultán!

Un chillido, Muzan frunce el ceño al ver a un espía llegar, este cae arrodillado a sus pies, agotado, transpirando por el largo recorrido, sus guerreros se burlan sin mucho disimuló

* ¿No deberías estar en tu puesto? _cuanto odiaba la imperfección_

* ¡Lo lamento, mi sultán! He venido de emergencia, por redirección de casi la mitad de los ejércitos enemigos, pasando por las provincias, directo a la capital, algunos francotiradores capturados, han confesado el trayecto, con un propósito, llegar a la familia imp-

* Están desesperados, nada grave veo en eso _respondio, siendo apoyado por su gente, Tamayo era tan estúpida, ¿que va a hacer con sus murallas? Las provincias se arreglan rápido, siempre habrá pérdida de personas, los recursos... tal vez se echen a perder_ ¡Vuelve y no quiero otra idiotez viniendo de tu grupo! _palabras crudas, inyectadas de desprecio, pisando la espalda del hombre, estampando contra la sucia tierra, oyendo míseros lamentos, ¿su familia morir por Tamayo? ¡Ja! quiere hacerlo pagar, a falta de esposo aumento su demencia, que irónico_

* ¡Mi sultán! Porfavor, fíjese bien las consecuencias _lejos de ser escuchado es golpeado por su propio superior, fallando en tener siquiera la atención del sultán, a muestra de presentes_

Ubayashiki no se mueve, quieto mira una escena repetida en el pasado, tanto los hermanos mayores como menores de Muzan, en la misma situación, sometidos ante él, también... La familia de Rei, entre tantas cosas similares, que al ser tan común pierde la cuenta

* Quiero a todos mis generales aquí _de repente, el ambiente se vuelve tenso, los ojos rojos brillan más, tanto que la pupila se distorsiona en una línea fina, como un felino, como un demonio, Tamayo está dando todo en esos movimientos, entonces él también lo repetirá_

* ¿Que?

* A todos, Ubayashiki... ¡¿No escuchaste?! _lo mira amenazante, sus ojos tan abiertos que causan un pavor inmensurable en la mente_

* ¿Acaso te a afectado lo dicho por el vigilante? Tú mismo aseguraste-

* ¡AHORA!

🎑🎑🎑

* (...) Espero disculpe nuestro fracaso _haciendo educada reverencia, Kochō se retira de los aposentos del consorte, pasando semanas, se dio cuenta que era pérdida de tiempo, dejando solo al general Kanroji que se negaba volver a fallarle a la familia imperial_

Tanjiro suspira decepcionado, mirando de reojo a Amira que jugaba tranquila al lado de Adib

* Amira _trata de llamarla, apenado pues pocas veces podía verla, ya que su tiempo se resumía en estar con Muzan_ ¿Te estás divirtiendo con Adib? _desvio su verdadera pregunta, captando la atención en los ojos de la pequeña, que asiente, para volver a jugar_

* Casi nunca he podido jugar con mis hermanos _dijo mientras abrazaba a Adib, quien tan risueño como Tanjiro, sonríe acunado en los brazos de ella_ mejor dicho, nunca los he visto... Mamá siempre me recalca que esos temas no debo tocar ni interesarme, menos porque ella desaparezca, solo fijarme en mí, en enorgullecer al sultán

Tanjiro recuerda la verdad detrás de eso, Muzan se lo aclaro indirectamente, él no deseaba tener hijos, no sabía en qué circunstancias Amira pudo crecer más allá del primer año de vida, solo agradecía que Muzan no la aborrecía ni a ella ni a Adib, hasta se comportaba cariñoso a su manera, pero siendo más sorpresa era la forma en cómo pensaba Amira, teniendo tan solo 5 años

* Mamá va a volver, ella tiene un deber... Y es estar con el sultán _termino por decirle a Tanjiro_ ¿No te vas a preocupar más, no?

* Trataré de mantenerme al margen _afirma, abrazando a ambos infantes_

"Contraataque por mano de Dioses" fue nombre para el repentino cambio hecho por la sultana Tamayo, en acto desesperado debido a las fallas dadas en toda las batallas contra la tiranía del sultán Muzan, este mismo, muchos afirmando que no era consiente de esa información o confiado, la ignoró, según los registros hallados hace poco

Se dice que más de 25 mil soldados avanzaron sin detenerse, arrasando con todo, dando una cifra aproximada de un 30% total de los habitantes en el imperio, contando con gente común y soldados (cadáveres olvidados, hallados sin inscripción, ni fardos funerarios)

Más tarde se daría inicio a la famosa "Huida de Riqueza" por parte del general cercano, Kyojuro Rengoku, con la familia restante, el sultán herido de gravedad, el consorte y los supuestos dos hijos (de los aproximadamente 25 hijos que pudo tener en total)