* De-decimos la ver-verdad, mi señora!La tarde era tranquila, los cielos estaban tan azules como siempre, el sol inclemente cubierto por las esponjosas nubes que daban un ambiente templado y no caluroso como siempre pasaba, en las estancias privadas de la segunda esposa, tenía apretado entre las manos su velo que solo resaltaba la molestia que tenía
Ya habían pasado 3 días exactos desde la llegada del "tercer matrimonio" como lo llamaban, en ese lapso su amado sultán no respondió, es más evitaba la presencia suya y la de Rei, atendiendo los asuntos militares que para ella era lo más aburrido, tampoco quería la opinión de Rei al respecto, seguramente aún estaría con esa estúpida sonrisa de bondad, sin molestarle que se metiera otra pareja, en especial un bendito hombre!
Este no salía de su estancia, puesto que era de clase baja debían ponerlo al día, enseñarle escribir y otros idiomas (que solo a las clases altas podían tener ese privilegio) hacer rituales, escoger las funciones que tendría porque al no ser mujer y ser hombre tenía un poco más poder, teniendo que ayudar a su esposo, como autoridad superior a los inútiles y molestos generales que conformaban la confianza del sultán, pero también podría ser que a ellas no los dejara verlo
Pero... ¿¡Porque un inútil CHICO de clase BAJA!!?! Ella tuvo que esforzarse, hacer lo imposible para que Muzan se fijara en ella, el santuario en donde se preparaban las doncellas para entregarlas a los hombres importantes, ella fue la mejor en variadas clases, lenguaje, danza y por supuesto una belleza sin igual, para que de la noche a la mañana, un bendito campesino venga a posicionarse y codearse con la alta así de la nada!? Eso era muy injusto, que le entraba unas ganas de chillar enormemente
* Cuando llega mi esposo? _fue lo único que pregunto mientras con su diestra hacia círculos en su sienes como clara forma de estrés_
* No lo sabemos mi señora, los mensajeros no dieron ninguna señal... _hablo temerosa la del lado izquierdo_
* Si quieren podemos ir por información _ofrecio la que estaba a su derecha_
* Entonces vayan antes que pierda la paciencia con ustedes! _trono la mujer, cambiando su semblante, haciéndolas huir aterradas_
* Como odio esto! Odio a ese muchacho! Odio a Rei! Los odio, los odio!!! _rabio sin control, mientras caminaba con los puños por toda la enorme habitación_
Por otra parte, Tanjiro que se dirigía a los jardines privados del palacio, para poder ir a descansar un poco de sus pruebas de escritura, sin duda esto de ser acompañante del sultán, era tan cansado, nunca pensó que ahora podría escribir, el día completo se lo dedicaba al estudio y a las justas les daban unos momentos de descanso, además lo que más le preocupaba era que desde que el sultán lo eligió, no lo volvió a ver, ni a él, ni al señor y general Rengoku, quería saber que era de su familia, si tal vez podían darles comodidades como él las estaba teniendo
* Al menos lo bueno, es ver este lindo jardín _dijo para si mismo, mirando los detalles de las estructuras y las plantas con suma fascinación_ que buena vida tienen los de clase alta... _sonrio con ternura, sentándose en un banco y acariciando las flores que caían por las ramas de los árboles_
Así estuvo por unos buenos minutos, hasta que en su vista noto a dos personas acercarse por el ruido que sus pasos producían al tocar la verde hierba, una pequeña niña con unas trenzas, se acercaba caminando, mientras jugueteaba con una pequeña pieza de caballo de oro, que tenía a la mano, mientras que atrás, una señora muy elegante y bella, había que admitir, estaba atrás con una sonrisa viendo a la niña
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¡𝐃𝐎𝐍𝐂𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐑𝐄𝐘!
Fanfiction¿Sería un capricho? ¿Una curiosidad? Sea como fuere quería agregar más amoríos a su lista y un doncel que pudiera tener una belleza similar a la de una mujer, suena bastante apetecible. 🎑 Esta prohibido, es propiedad del sultán...