* Pronto todo estará preparado, mi señor... _hablo despacio Ubayashiki, que admiraba a su superior sentado en su reluciente trono real, donde días atrás dio aquella orden a sus soldados de encontrar esa rara belleza que deseaba poseer_* No quiero un "pronto" Ubayashiki, ya los grupos que trajo Giyuu, Sanemi y Kochō no me convencieron en nada, todos tienen defectos, ninguno veo esa aura especial _apretando un poco la copa de vino que tenía en manos, completa de diamantes y oro_ ¿Quienes aún no han llegado? Haber dime...
* Faltan Kanroji, Rengoku e Iguro, los demás ya han traído los grupos que ya conoce
* Y entre todo mi gran imperio, ¿no hay lo que deseo? Tsk, que vergüenza la mía... _su cara torno a una de completo desagrado, dando otro sorbo a su vino_ El ejército está en buenas condiciones?
* Mhm? Si, si están en excelentes condiciones, es más, Himejima me avisó que un nuevo grupo había salido del entrenamiento, guiados por el administrador y ex-general Sabito, que en estos momentos está que reforma la antigua nación de Minqad recién invadida, para que otro noble la guíe
* Si mal lo recuerdo, creo que hay una zona muy fértil que es propiedad de salvajes que fueron expulsados, verdad?
* _asiente_ está al este de Quirem, creo que han ascendido a un nuevo líder, ya que últimamente los campesinos o esclavos mandados ahí, por la flora no han vuelto, o bueno... No en una pieza, mi señor
* Muchos datos _deja la copa_ manda a un ejército, con la compañía de Sanemi y Kaigaku en frente, unos pocos salvajes no pueden contra dos monstruos
* Si, lo haré de inmediato _hace una reverencia y se retira_
* Donde estás pequeña belleza? _mirando la enorme puerta de madera preciosa mente hecha, con sus realces en oro, con la compañía de dos estatuas de sus respectivos dioses que adoraban_ te estaré esperando con ansias _con una arrogante sonrisa en su rostro_
🎑🎑🎑
Era un sueño?
Se había muerto por el frío, cuando durmió en la áspera arena?
O el agua que le dieron estaba envenenada?
No sabía con exactitud, pero de algo estaba seguro, aquella ciudad era HERMOSA y GLORIOSA en todo el sentido de esas palabras, estaba rodeada de una mediana muralla de una resistente piedra,pero el exterior parecía la recidencial de los mismos dioses, todas las casas eran tremendas construcciones de arte, echas de los más finos materiales, que con solo vender una de ellas, podría vivir cómodamente con su amada familia por el resto de su vida, hasta algunas tenían acabados del mismo oro a simple vista
Pero cuando los soldados anunciaron la llegada, sentí como todas las personas del alrededor nos miraba, clavandonos miradas buenas y no tan buenas, lo más extraño es que ni siquiera hicieron reverencia o estaban temerosos, seguían como si nada en sus actividades, solo mirando de reojo lo que pasaba, seguíamos el paso cuando nos adentramos más, donde vi que no toda la gente era igual, en la entrada solo veía gente que vestía bien, con buenas prendas que de seguro era la misma y suave seda, pero otros apenas tenían telas para cubrir lo necesario
Y entonces no fue difícil pensar el porque, está era la capital, acá se centra todo, el mismo palacio oficial del sultán estaba aquí, así que esclavos o gente de clase baja seguramente la mayoría siempre para aquí, atendiendo la necesidad de los superiores
Entre examinando y pensando las situaciones, no me di cuenta que solo los guardias no llevaban
* Y el general? _pregunte casi como un susurro, no lo veía adelante_
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¡𝐃𝐎𝐍𝐂𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐑𝐄𝐘!
Fanfiction¿Sería un capricho? ¿Una curiosidad? Sea como fuere quería agregar más amoríos a su lista y un doncel que pudiera tener una belleza similar a la de una mujer, suena bastante apetecible. 🎑 Esta prohibido, es propiedad del sultán...